Ernesto Camassi | Crónica
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El periodismo nacional, estimados lectores, no siempre está en manos de personalidades idóneas como para confiar en los informes que redactan en los diarios de circulación nacional.
Existen diferentes clases de periodistas y reporteros. Entre ellos tenemos: El reportero de base; el Gran Reportero o “Reportero Estrella”; el reportero de guerra; y el reportero de imágenes. Además de esta breve reseña, diremos que los profesionales dedicados a este oficio, no siempre son idóneos en su trabajo. Por eso, alguna vez el periodista Luis Miró Quesada de la Guerra, acuñara esta célebre frase: “El periodismo puede ser el más noble de las profesiones o ser el más ruin de los oficios”.
Esta frase define y separa en dos grupos irreconciliables a los verdaderos profesionales, de aquellos periodistas que ahora el pueblo los llama “mermeleros” y otros sin ser tales, son ignorantes en la profesión que ejercen. Ingresando al tema de la presente “Crónica”, aclaramos:
En Bolivia, Perú y Chile no existe ningún “pueblo aimara” como manifiestan estos periodistas. Desde tiempos atrás, estos mismos periodistas siguen escribiendo que la Batalla de Ayacucho, se libró en “La Pampa de la Quinua”, pampa que no existe, demostrando de esta manera, su poco interés en estar correctamente informados sobre la historia nacional.
Este introito motiva para esclarecer y -si se me permite- corregir los informes que redactan sobre el problema social y político, principalmente en la Región Puno, y el intento de cierto grupo de sus habitantes de “Crear un nuevo estado plurinacional, tomando como base AL PUEBLO AIMARA”.
Sueño de un colla que gobernó Bolivia dictatorialmente por largos años.
En crónicas anteriores, habíamos sostenido con bases históricas que NO EXISTE UNA ETNIA AIMARA. La etnia o pueblo que habitan actualmente hasta cuatro países se llama ETNIA O PUEBLO COLLA, QUIENES HABLAN EL IDIOMA AIMARA. Aquí, está su breve historia:
El Año de 1450 el Inca Pachacútec, conquistó el Altiplano puneño y boliviano, habitado por los “COLLAS”. Por esta razón, el Cuarto Suyo, hacia el sur del Cusco, se llamó COLLASUYO que hablaban el idioma AIMARA.
En 1559 el Cronista Polo de Ondegardo lo bautiza como “pueblo aimara” confundiéndose con el idioma que hablaban. Desde esa fecha, no solamente los periodistas despistados siguen utilizando “aimara” como etnia o pueblo, aquí incluimos a los historiadores bolivianos, que también están errados en sus conceptos.
Reforzando el meollo de esta “Crónica” agregamos que el idioma aimara nació en el Centro del Perú, (Riva Agüero) y no en el Altiplano. La lengua que hablaban los Collas, anterior al aimara fue el PUKINA, que desapareció en el S. XIX; y la Cultura anterior al TIWANAKO fue el PUKARA.
¿De donde y por qué nace la pretensión de fraccionar dos países y crear un tercero con el nombre de “República plurinacional aimara?, sueño del colla Evo Morales y secundado por un sujeto puneño, también colla, que llegó a ser gobernador de Puno.
En primer lugar “Bolivia”, cuyo nombre original fue “República de Bolívar”. Ciertos historiadores consideran que su creación fue un capricho de Simón Bolívar, para nombrar a Sucre como su presidente. Premiando de esta manera sus desvelos en las dos batallas de Junín y Ayacucho, donde él no estuvo presente. Que, de acuerdo al principio del UTI POSSIDETIS, su territorio perteneció al Virreinato del Perú, (Alto Perú) y posteriormente al Virreinato del Río de la Plata.
Desde su creación en 1825 como República Independiente, ha arrastrado el estigma de ser el país más atrasado de América. En el habla popular cuando alguien dice “hasta Bolivia le gana” se está refiriendo a que la empresa es más sencilla que matar una pulga.
Don Humberto Ruiz Canales, caballeroso huamanguino, tronco de una distinguida familia, siguiendo esta misma tradición de considerar despectivamente sobre la existencia de este país, amenizaba el almuerzo en su casa del jirón 28 de Julio, contándonos este chascarro:
La reina Victoria de Inglaterra, cierto año que un súbdito británico había sido asesinado por “unos bolivianos”, decidió castigar al país de los malhechores. Para tal fin ordenó a sus almirantes ubicar en el mapa dónde se encontraba ese país llamado Bolivia para mandar a su escuadra de guerra en misión de castigo. Los marinos consultaron toda la cartografía que tenían a su disposición; y no encontraron tal país. Concluía don Humberto diciéndonos que ese país no existía en nuestro planeta“
Esta república, con serios problemas de cohesión e identidad nacional, con problemas separatistas de su región más rica, que quiere ser “Una nueva República” como Santa Cruz de la Sierra, pretende crear un nuevo “estado” altiplánico. Aquí un breve resumen de su propio problema.
El separatismo o creación de una nueva República de Santa Cruz de la Sierra, que ocupa un tercio de su territorio, (33.74 %) 370,620 Km2 y una población de 3´425,399 habitantes, se ha planteado desde el primer momento de su creación y se ha repetido en diferentes momentos de su historia, como en las demandas de los cruceños por un ferrocarril para superar su aislamiento y superar el “centralismo paceño”. Que este ferrocarril lo sacara de su aislamiento con la costa y exportar sus productos en 1920. Lugo en 1932 después de la Guerra del Chaco contra Paraguay. Santa Cruz quiso convertirse en “Protectorado paraguayo”. Argumentando que fue colonizado desde Paraguay por Ñuflo Chávez.
La población cruceña sigue persistiendo en su afán separatista hasta la fecha y se valen de otros argumentos como, “son diferentes racialmente a los bolivianos del Altiplano”. “Que Bolivia es un país altiplánico, habitado por collas” y ellos no integran esa comunidad.
Santa Cruz de la Sierra, es más rico y culto que la capital La Paz. Quienes se suman a este proyecto descabellado de nueva república aimara en el Perú, no son los ciudadanos más esclarecidos y cultos de la región Sur. Lo lamentable para los puneños cultos es que este sujeto que ocupó el cargo de Gobernador Regional, sea uno de los cómplices de Evo Morales en ese sueño utópico, desmembrando parte de nuestro territorio.
Todos los peruanos estamos enterados a través del curso de Historia del Perú; y otros peruanos con mayor profundidad a través de la Geopolítica, que el Perú ha perdido o regalado a los países limítrofes, cientos de miles de kilómetros cuadrados de su patrimonio territorial. “Hasta con Bolivia” dirán muchos, nos ha quitado territorios, pero es así.
Lo que no puedo sacarme de la cabeza es ¿Ni el lago Titicaca pudimos conservarlo íntegro? ¿Por qué el lago, de donde, según la leyenda emergieron los Fundadores del Imperio de los Incas Manco Cápac y Mama Ocllo compartimos con Bolivia?
“hay hermanos, mucho por hacer”.