Andrés Solari | Palabras de un mudo
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A principios de enero 2016 JORNADA publicó un artículo rememorando las principales leyes marco, promulgadas desde mediados del 2002, que conforman la estructura básica de la reforma de Estado denominada DESCENTRALIZACIÓN/INTEGRACIÓN REGIONAL, como principal reforma administrativa, económica, fiscal y política del Estado Peruano producto de la modificación realizada a la Constitución 1993.
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La Gestión regional debe desarrollar y utilizar instancias y estrategias participativas en la formulación, seguimiento, fiscalización y evaluación de la gestión pública regional y de la ejecución de los planes, presupuestos y proyectos regionales…”. (3) Ley 27902 (enero 2003) esclareciendo el rol del Concejo de Coordinación Regional – CCR como órgano Consultivo y de Coordinación del GR con las Municipalidades. (4) El 09.07.2004 publican la ley 28273 o ley del Sistema Nacional de Acreditación de los GRs y GLs, (reglamentada por DS 080 – PCM (16.11. 2004) : “:… los GRs y GLs deben contar con sus respectivos Planes de Participación Ciudadana..”. (5) adicionalmente podríamos señalar, como pudoroso descargo regional, que el 22.07.2006 el GRA publica la OR 009 -05/GRA/CR promulgando el Plan Regional de Participación Ciudadana de Ayacucho.
Desgraciadamente este Plan nunca ha sido objeto de consideración presupuestal o inversión pública regional para forjar un creciente y fortalecido capital humano ciudadano. (6) El 22.07. 2006 es publicada la OR 019 – 2006 sobre el Reglamento de Organización y Funciones del CCR – ROF. En su art° 5° señala: “.. el GRA responde a lo establecido por diferentes leyes y es coherente con su voluntad política de abrir espacios de participación de organizaciones de base y GLs en la determinación de decisiones transparentes en bien del desarrollo integral ayacuchano…”. Nunca se cumplió. (6)
El 30.11.2012 el GRA promulga un nuevo Plan Regional de Participación Ciudadana 2012 – 2016 (OR 028 – 2012) con criterios más actualizados que el anterior. Tampoco se ha cumplido. ¿Saben las autoridades actuales de la existencia de estas normas y sus incumplimientos?. ¿se percatan que estos desacatos continuos son parte de las causas que originan nuestra actual y creciente crisis moral, política y económica?. Reiteramos o recordamos lo expresado por el propio GRA en el Plan Regional de Desarrollo Concertado 2013 – 2021 (pág 06): …
“Entre los factores que contribuyen al escaso ejercicio de la democracia en Ayacucho está la poca voluntad política de autoridades regionales y locales para implementar mecanismos de participación y vigilancia ciudadana, haciendo que la mayoría de sus instituciones públicas se caractericen por la poca transparencia, el irrespeto a las prioridades regionales y la imposición de criterios personales o de grupos…”. “… La poca transparencia en la gestión pública regional trunca las posibilidades de un desarrollo integral sensato. Desvía la inversión pública a proyectos no prioritarios, de escaso impacto.
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En Ayacucho el problema no es la escasez de recursos presupuestales. Es la mala gestión de la inversión regional”…. ¿Tendrán las administraciones regionales la valentía y honestidad suficientes para revertir ésta trágica situación y empezar a defender la Descentralización, defendiendo el fortalecimiento ciudadano?.¿Tendrán el apoyo ciudadano?.¿Reclamarán los Jóvenes por esta anomalía?. No es asunto de …” Dios quiera que sí…“.
Es asunto de voluntad grupal y sincera para el fortalecimiento de la acción y propuesta ciudadana que debería reflejarse solidariamente en cada una de las emblemáticas asociaciones civiles, gremiales y académicas ayacuchanas y en cada ciudadano en particular. Ya no están los tiempos para confiar únicamente en los políticos.
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Esta voluntad también debiera ser la ideología principal de cada Partido o Movimiento Político aspirantes a votos a partir de cualquier próxima elección regional o nacional.
Hasta ahora, 20 años después, pareciera que ni opresores ni oprimidos queremos atacar este grave problema y luego, tontamente o cínicamente nos preguntamos del porqué de estas periódicas crisis política que nos envuelve y que sumadas son permanentes, generan colectivas confusiones y no permiten avanzar como país ni nación.