Basilio Auqui Huaitalla y la Batalla se “Sejchapampa”

OPINIÓN
Ernesto Camassi Pizarro
Basilio Auqui Huaitalla y la Batalla se “Sejchapampa”
Las efemérides de nuestro país; y seguramente las fechas históricas de otros países latinoamericanos, son similares a los nuestros. Los historiadores de cada una de estas nacionalidades, siempre resaltaron los hechos de sus antepasados, en este caso los invasores europeos que el año de 1532 llegaron a Cajamarca, asesinaron al Emperador Inka, se repartieron toneladas de oro y plata y sojuzgaron el Perú por más de tres siglos.
Aunque parezca mentira, estimados lectores, esta preferencia o admiración por estos españoles invasores; y sus descendientes criollos, donde se nuclean la mayoría de los historiadores, ha sido estudiado, señalado y resaltado por un historiador contemporáneo español de nombre ESTEBAN MIRA CABALLOS, en su libro: “FRANCISCO PIZARRO. Una nueva visión de la Conquista del Perú” “…Los hagiógrafos de los invasores se limitan a exaltar las virtudes caballerescas, heroicas, etc. de cada uno de ellos…”
“…Hay que recordar que la idealización de la Conquista y de los conquistadores, partió fundamentalmente de los cronistas e historiadores CRIOLLOS, (descendientes de españoles) que veían así, reforzados sus intereses como CLASE DOMINANTE…” (Martínez Peláez 1998: 47.) Aquí insertamos algunos nombres de esos historiadores: Lohman Villena, Del Busto Duthurburo, Mendiburo, Porras Barrenechea…y otros.
Estos historiadores continuaron exaltando a sus antepasados que historian la Emancipación y República, marginando y minimizando las acciones patrióticas de peruanos que no pertenecen a su mundo.
Esta es la razón para que héroes como María Parado o Basilio Auqui, solamente en el caso de Ayacucho no hayan sido investigados y resaltados en su verdadera dimensión, por estos escritores.
Trabajo y dedicación de historiadores como José Tamayo Herrera en el Cusco y Max Aguirre Cárdenas en Ayacucho, han dedicado tiempo, conocimiento e investigaciones para rescatar del olvido a estos héroes. Creo y estoy seguro que otras regiones de nuestro país tendrán héroes y precursores olvidados y marginados por los historiadores citados más adelante.
Basilio Auqui Huaytalla, es nuestro paisano Morochuco, el personaje central de esta Crónica. Nacido en el pueblo de Inka Rajay, distrito de Los Morochucos, provincia de Cangallo en las postrimerías del siglo XVIII. Fue el líder de sus paisanos pampa cangallinos, quienes se rebelaron contra los abusos del gobierno colonial español. Fue un levantamiento único en el Perú de ese tiempo, 1814-1821, antes de la llegada de las Expediciones Libertadoras de San Martín y Bolívar.
Algunos historiadores que se han ocupado de las acciones armadas o guerrillas de Basilio Auqui lo tildan como un levantamiento de “INDÍGENAS DE PAMPA CANGALLO”. ¿Fue indígena Basilio Auqui? Vayamos al significado de este adjetivo:
INDÍGENA, es el habitante originario o nativo de un lugar, este adjetivo tiene varios sinónimos, entre ellos ABORIGEN.
Los almagristas derrotados el 12 de septiembre de 1542 en la batalla de Chupas, que escaparon a Pampa Cangallo y otros pagos, se establecieron en ese lugar, sus descendientes, actores de las gestas libertarias, no fueron ABORÍGENES, porque, ambos adjetivos se refieren a la población “originaria del territorio que habita. Cuyo establecimiento en él PRECEDE al de otras etnias
Por esta razón, el Héroe y su soldadesca, no fueron indígenas como actualmente entendemos por este adjetivo. Fueron descendientes de europeos, o también mestizos producto del cruce racial con los aborígenes del lugar, habitantes primigenios de Cangallo. Pienso que se le tilda de aborigen o indígena a Basilio Auqui, por su apellido quechua Auqui y Huaytalla. Hasta el día de hoy, el biotipo del Morochuco, es diferente a sus vecinos de otras comunidades. Éstos fueron los hombres de Basilio Auqui.
Este año, tuvimos el privilegio de llegar por primera vez, tanto a Inka Rajay, ¡pueblo donde nació, así como a “Sejchapampa” !, escenario de su principal hazaña bélica.
Este escenario, así como narra el historiador Aguirre Cárdenas, no es una pampa. El 28 de noviembre estuve presente en un aniversario más del combate entre Morochucos y un regimiento español, emboscado por nuestros paisanos, en un terreno anegado adrede para que los caballos de sus antagonistas perdieran movilidad, de esta manera, ganar la contienda.
La estratagema es creíble porque el escenario, como hablamos coloquialmente “no es una pampa llana”, más bien es una especie de hondonada, tampoco muy amplia.
La otra duda que me carcome el espíritu, es el nombre de la batalla: SEJCHAPAMPA. ¿Este escenario está ubicado verdaderamente en la antigua inmensa altipampa desértica, por donde pasaba el Qapaq Ñan con dirección a Vilcas Huamán? Creo que no.
Mis recuerdos me trasladan a los años 40 del siglo pasado, paralelo a la Segunda Guerra Mundial, cuando mi madre y otros familiares de Uray Parroquia viajaban en tiempos de cosecha para hacer negocios con los vilquinos, (gentilicio de los nacidos en Vilcas Huamán)
Los hitos por donde pasaba esta vía que en esos tiempos se conocía como Runa Ñan, (camino de la gente) o Camino de Herradura, (el nuevo nombre de qapaq…es elucubración de los antropólogos modernos), era la siguiente:
Jarmenja, Ruda Jasa, Yanama, Casa Orjo, Lambras Huayjo, Chupas, Altongana, Ancapa Huachanan, Tojto, Sayhua. De este último lugar recién se llegaba a Sejchapampa que; desde ese tiempo y hasta los 60 era una planicie deshabitada y desértica, muy diferente a lo que es ahora, lleno de cultivos, muy poblada y propiedades privadas. Este inmenso altiplano se cruzaba a lomo de bestia aproximadamente en unas cuatro horas. Terminaba casi en Sachabamba y el río Challhuamayo. Este Runa Ñan no pasaba por Vischongo, sino por Jalimozo pampa, de ahí ya se descendía a Pomajocha y Vilcas.
El lugar donde se ha erigido el monumento de Basilio Auqui, (sospecho) debe tener otro nombre porque está habitado y existen buenos campos de cultivo.
Modificado por última vez en Viernes, 09/12/2022