T R A T A N A C U Y

OPINIÓN
Ernesto Camassi Pizarro
Los últimos acontecimientos político-sociales de nuestro país, nos ha apartado un poco del espíritu de nuestro espacio periodístico. Es tentador y adictivo ocuparse o tratar de analizar los problemas que aquejan y afectan a la ciudadanía. Todo esto por no saber elegir con responsabilidad a nuestros gobernantes y parlamentarios.
Otros escritores seguirán analizando, los avatares del Perú, provistos de mayores luces, yo les deseo suerte en el empeño.
Retornamos a nuestras antiguallas; y esta vez nos toca recordar y actualizar una costumbre ancestral del huamanguino “originario”, fiel depositario de los usos y costumbres de sus antepasados.
Son tantos estos recuerdos, que ya, en crónicas anteriores, hemos escrito algunas de ellas. Ahora, me toca narrarles sobre “los tratanacuy” en runasimi.
El verbo transitivo TRATAR , se define como actuar, comportarse o proceder de una persona, de una manera determinada, en relación con los demás o con los animales.
Pero, por la habilidad lingüística del quechua hablante huamanguino, que además habla correctamente el idioma español, este verbo pudo haberse convertido o traducido en otro vocablo quechua, totalmente diferente a su raíz. Como dicen nuestros connacionales selváticos: “son parecidos, pero totalmente dijuerentes”. ¿Será quechua puro o se habrá originado del verbo transitivo en mención?
Al ”Tratanacuy huamanguino” podríamos definirlo tentativamente como “insultarse amigablemente, tratando de resaltar cualquier defecto moral o físico del antagonista”. Ejemplo:
¡San Juan! ¡San Juan! ¡Jamtachu, jamtachu nisurjanqui waccha pampinopa estribon jina wicso hocico nispa!.
“¡Por qué te dicen, o es cierto que a ti te dicen, que tienes la quijada torcida como el estribo del pampino pobre!”
Traducido al español, la frase jocosa, elaborado en quechua, pierde todo su contenido, que describe la fisonomía del rival aludido.
Para empezar la contienda, los rivales se ubican frente a frente y comienza uno de ellos invocando la frase preliminar de: “Jamtachu, jamtachu nisurjanqui…” (es cierto que a ti te dicen:) El contrincante tiene que responderle inmediatamente con otra respuesta jocosa. El espíritu de la competencia es esa, hacer divertir a los escuchas, en su mayoría bilingües con frases elaboradas con antelación por los competidores.
Estas frases o tratanacuy recurren en mescolanza indefinible al quechua y al castellano, como hablan actualmente el quechua hablante huamanguino. La pureza del idioma de los Incas ha desaparecido hace mucho tiempo no solamente en Ayacucho, sino entre todos los usuarios de los demás departamentos.
El “Tratanacuy” actualmente se mantiene vigente gracias a la Municipalidad distrital de San Juan Bautista. La noche del 23 de junio, víspera del Patrón del Distrito. Esa noche hay serenata folklórica y la consabida competencia de hábiles quechua hablantes que se preparan adecuadamente para la fecha y obtener el premio pecuniario que se disputa cada año.
Esta costumbre vinculada a las noches friolentas del principio del invierno en nuestro hemisferio, recuerdo haber escuchado en mi niñez; y en mi barrio de Uray Parroquia, cuyas casas espaciosas que ya no existen, con solares de tuna y hierba silvestre que en junio ya estaba seca, lo reunían y lo amontonaban para encenderlo a determinada hora del 23 de junio, decían “para calentar las rodillas del Santo Patrón”. Las otras casas vecinas también encendían sus fogatas por el mismo motivo; y empezaban el “Tratanacuy” siempre con la frase: “San Juan, San Juan, jamtachu nisurjanqui…”
El desaparecido folklorista y antropólogo huamanguino, doctor Alejandro Vivanco Guerra, en su libro “Cien Temas del Folklore Peruano” manifestaba que la costumbre del “Tratanacuy” se practicaba originalmente en los “Niño Velay” de antaño que ya han desaparecido. En las noches de Navidad, Año Nuevo y Bajada de los Reyes Magos.
Esas noches, el dueño de casa que velaba al Niño Dios, esperaban junto con sus familiares e invitados con arpa y violín y danzantes contratados, la llegada de los werajos, dicharacheros y chistosos, además de ser grandes danzantes de los aires navideños. Ocultaban su personalidad con un tejido de lana que le cubría toda la cabeza, llamado “uya chucu” (traducción literal, gorra de cara)
Ingresaban a la sala ruidosamente con voces atipladas y risas exageradas, saludando a los invitados con bromas muy comprometedoras a su honorabilidad o sus defectos físicos.
Don Alejandro Vivanco dedica su admiración al famoso arpista conocido como “Opa Román” como el mejor dicharachero de las llamadas “bromas pesadas” entre él y los werajos.
La visita de los werajos comenzaba con los “Tratanacuy” y continuaba con el “Atipanacuy” (competencia de bailes o danzas de música folklórica navideña) contra los danzantes contratados, hábiles bailarines originarios de pequeños pueblos huancavelicanos en la margen izquierda del río Cachi.
Cada una de estas danzas tenían nombre propio: comenzaba con Adoración al Niño, paso inglish, tuna iquiycha, congonita, etc.
Aquí les entrego algunos de los tratanacuy más graciosos. En su traducción al español, pierden toda su originalidad y jocundia.
¡¡San Juan!! ¡¡San Juan!!... Jamtachu, jamtachu nisurjanqui….
-Mama Candelariapa chicharro tajwicunan caspi jina wiswi cunca, nispa.
Que tienes el cuello grasiento como el palo de mama Candelaria con que remueve el chicharrón. (al sucio, grasiento)
-Mama Clarapa aja majman jina wicsasapa,nispa.
Panzón como la botija de chicha de mama Clara. (al rollizo)
-Pochjo juchamanta ultu watijamuchcaj jina pawa ñawi, nispa.
Que tienes los ajos saltones como el renacuajo que mira de un pozo de aguas estancadas.
-José Capellettipa caballon hina mana frenoyoj. Nispa.
Que eres como el caballo de don José Capelletti, sin freno.
El éxito del participante del “tratanacuy” consiste en su habilidad instantánea de describir y resaltar los defectos físicos o morales de su contrincante de turno, porque, el ganador del evento tiene que competir con otros finalistas, también hábiles quechuistas.
Modificado por última vez en Viernes, 23/12/2022