Educación cívica es honestidad y solidaridad

OPINIÓN
Mario Zenitagoya B.
Educación cívica es honestidad y solidaridad
El gobierno central a través del Premier Alberto Otárola, adelantó que regresará a la enseñanza escolar el curso de Educación Cívica y que se dictará en los colegios públicos del país. que también se dictarán disciplinas como programación para
ayudar a los jóvenes a la inserción al mercado laboral una vez que culminen el colegio.
Señala “que es un compromiso del gobierno para generar una educación con valores, fortaleciendo una sólida formación en niños y adolescentes para que se reconozcan como personas valiosas, se identifiquen con su cultura en los diferentes ámbitos, aprendan a vivir en democracia y sean capaces de reconocer sus derechos”,
Este año 2023 para la educación se considerará nuevas medidas como el reforzamiento de temas de economía y filosofía en las escuelas del Estado.
Se fortalecerá la comprensión lectora y matemática en primaria y secundaria; incluyéndose temas de economía y filosofía en secundaria con una sólida formación que tenga en cuenta, como ejes transversales, la educación vial, la educación ambiental y la toma de conciencia sobre el cambio climático, en todos los niveles. Además, el objetivo es ayudar a los estudiantes a insertarles al mercado laboral. Es el anuncio oficial. Habrá que esperar.
Sobre el denominado mercado laboral, cabe recordar que los CETPROS (Centros Técnicos Productivos) no tuvieron el apoyo requerido por parte del Estado a través del Ministerio de Educación para lograr los objetivos, como ocurre en Ayacucho.
Es necesario tomar en cuenta que es una Modalidad de educación orientada a la adquisición y desarrollo de competencias laborales y empresariales en una perspectiva de desarrollo sostenible, competitivo y humano, así como a la promoción de la cultura innovadora que responda a la demanda del sector productivo y a los avances de la tecnología, que está destinada a las personas que buscan una inserción o reinserción en el mercado laboral y a alumnos de la Educación Básica de 14 años a más.
Retomando de el curso de educación cívica volverá a enseñarse después de que burócratas de escritorio y supuestas “mentes brillantes” lo retiraron sin tomar en cuenta que con su enseñanza se logra que un estudiante comprenda la importancia de los valores base para una formación ciudadana crítica y responsable. En estos tiempos de crisis de valores, de corrupción se requieren formar ciudadanos de valía, que rechacen el flagelo de la corruptela, así se podrá lograr el Bien Común y una convivencia con equidad y justicia.
Algunos de los objetivos de la educación cívica son: Promover las virtudes cívicas: solidaridad con el ambiente y los otros seres vivos, tolerancia, respeto y responsabilidad, toma de conciencia sobre el cambio climático, en todos los niveles.
En esencia, la educación cívica busca que la ciudadanía tenga el poder y la capacidad de crear una sociedad democrática y de participar al máximo en ella. Así como los contextos siempre son diferentes, también los desafíos que enfrentan los educadores.
La Ética Ciudadana nos educa para desarrollar valores para la vida en sociedad, pues son estos los que nos facilitan la relación con otras personas y aumentan el nivel de bienestar común. Algunos de esos valores son: la solidaridad, la tolerancia, el respeto, la justicia, el diálogo, la equidad, la justicia, etc.
Favorece la formación de actitudes cívicas que estimulan el sentido de pertenencia activa a la comunidad nacional. La educación cívica debería ayudar a desarrollar una filosofía de vida fundamentada en los valores que, como personas y ciudadanos, desarrollamos.
Contribuir a la construcción de una cultura democrática en la comunidad educativa, basada en la promoción de los valores que fortalezcan la convivencia democrática, interculturalidad e inclusión en la escuela en el marco de currículo vigente.
Se requiere que todos reconozcan la supremacía de la ley, el concepto de que todos los ciudadanos son iguales ante ella, la equidad en su aplicación, además de la separación de poderes, la participación ciudadana en la toma de decisiones, la seguridad jurídica, así como la necesidad de la transparencia legal y procesal.
Los maestros de vocación tienen la oportunidad de la formación de ciudadanos amantes de su patria, conscientes de sus derechos y de sus libertades fundamentales, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana, contribuir al desenvolvimiento pleno de la personalidad humana. Formar ciudadanos honestos es lo que requiere el país en estos tiempos. Lo anunciado que no sea solo las buenas intenciones (sic).
Modificado por última vez en Viernes, 13/01/2023