Dos religiosas peruanas, las mellizas María del Perpetuo Socorro y María del Pilar Llerena Vargas, han decidido quedarse en Gaza hasta el final, si eso significa incluso la muerte, antes de abandonar a “su gente” refiriéndose a los cristianos que también sufren los bombardeos de la aviación sionista del gobierno israelí.
Las dos hermanas, nacidas en Arequipa, son misioneras en la Parroquia de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza, la única iglesia católica en ese territorio palestino. Ellas pertenecen a la congregación Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, que a su vez es parte del Instituto del Verbo Encarnado.
Durante los bombardeos que sufre la franja de Gaza por parte de la aviación israelí, ellas velan, junto con otras religiosas cristianas, por la seguridad de más de 600 personas, entre ellas niños discapacitados, enfermos y ancianos en sillas de ruedas, que han encontrado asilo en la parroquia.
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La relación entre las iglesias cristianas es fluida en estos momentos, especialmente después del bombardeo al hospital administrado por la iglesia cristiana anglicana, donde perecieron más de 600 personas que habían buscado asilo en este centro de salud, y del bombardeo y destrucción del templo de San Porfirio de la iglesia ortodoxa donde murieron 18 cristianos, y que ha dejado a los misioneros ortodoxos sin donde guarecerse.
Los cristianos muertos en los bombardeos son muchos, y en algunos casos son familias enteras o los hijos. La hermana María del Pilar, en un mensaje grabado enviado desde Gaza a la BBC de Londres, ha señalado que “cuando uno va a un entierro siente el dolor de un hijo que despide a un papá. Pues más doloroso es el dolor de los padres que despiden a sus hijos. Hay familias a las que se les han muerto todos, absolutamente todos sus hijos. Y eran niños conocidos nuestros. Es muy doloroso”, indica.
Sobre las condiciones que están soportando por parte del asedio de Israel a la franja de Gaza, indica “somos unas 600 personas. Como todo el resto del pueblo no tenemos agua. Pero tenemos un pozo de agua natural, utilizamos esa agua para los baños, etc. no sabemos cuánto va a durar”.
Cuando le preguntaron si estaba dispuesta a irse de Gaza, respondió: “A nosotros nos llamaron de la embajada peruana en Israel. Y después de la embajada y el consulado peruano en Egipto, y nos dijeron que tenían todos nuestros datos, que estaba todo listo en la frontera para el momento que nosotros quisiéramos salir. Pero en ningún momento nos preguntaron la intención nuestra.
Nosotros no vamos a abandonar a nuestra gente. Yo estoy aquí viviendo hace cuatro años y esta es mi vida. Esta es mi parroquia. Esta es mi gente y yo no me voy de aquí. Necesitan nuestra ayuda.
A la pregunta de si es consciente de que puede morir en los bombardeos, respondió:
“Si. Soy muy consciente porque escucho los bombardeos. Yo creo que todos aquí en la parroquia somos conscientes de eso. Toda esta gente cristiana ha podido ir al sur, tratar de salvarse, pero ninguno ha querido ir. Todos han querido quedarse en su parroquia. O sea, han querido estar cerca del Santísimo, cerca de Dios, y sentirse seguros aquí.
Tomado de la BBC de Londres, 25 octubre 2023 https://www.bbc.com/mundo/articles/cp64rpxg637o