El Diario Jornada, al tratase de un hecho histórico y en busca de generar conciencia e identidad cultural, realizó la entrevista a la directora de este proyecto, arqueóloga Milena Vega-Centeno Alzamora, para brindar precisión de la investigación en marcha.
Jornada: ¿Qué significa la pampa de Ayacucho para la región de Ayacucho, Perú y Latinoamérica?
Milena Vega: Este es un escenario de batalla muy importante no solo para el Perú, sino para todos los países de Hispanoamérica. Tenemos aquí el cierre de una gran campaña de un proceso de independencia. Un escenario de mucho valor histórico, porque contiene memoria histórica. Lo que busca el proyecto es poner en valor este escenario a vista de todos.
Representa una joya desde una vista patrimonial. Si bien nosotros iniciamos el trabajo en el 2018, lamentablemente nos cayó la pandemia, reiniciamos los trabajos el año pasado en diciembre y estamos con mucha ansiedad de comenzar. Esto es un primer acercamiento sistemático. En esta ocasión no vamos a excavar, sino realizar un reconocimiento. No olvidemos que el campo de batalla de Ayacucho forma parte del Santuario Histórico, entonces hay protocolos que tenemos que seguir y estamos alineados íntegramente a la protección y revaloración de este patrimonio.
J: Existe mucho debate sobre la existencia de los cuerpos de los fallecidos en la Batalla de Ayacucho, ¿A qué conclusiones quieren llegar al realizar esta investigación?
MV: En el 2018 yo hice una prospección en el campo de batalla y logré publicar un artículo en el 2020, justamente haciendo la lista de todos los combatientes caídos, más de 1200, no he aproximado el nombre y apellido de cada uno de ellos, no busco eso con el proyecto, sino más bien, en los componentes de los escenarios.
La pregunta es dónde están, a estas alturas de una investigación científica, hablar de que si hubo o no una batalla ya está en desuso. Hay que erradicar este falso mito de que no fue una batalla, un convenio, algo que habían acordado. Efectivamente, sí hubo una batalla y fue sangrienta. La información es abundante sobre ese tema.
Lo que nos interesa como proyecto de investigación es rescatar estos componentes históricos que se han ido olvidando, esa memoria histórica y hemos centrado toda la atención en el campo de batalla al monumento conmemorativo.
Esta interrogante nace para deslegitimar algunos hechos históricos que comprometerían la visión que tuvieron nuestros ancestros sobre alguna ocupación extranjera, el tema de que, de la independencia, si fue conseguida o fue cedida, ¿Cuánto nos convendría en el aspecto económico y turístico?
Justamente teníamos una preocupación que teníamos es que las autoridades encargadas del bicentenario no estaban dándole el rol que le corresponde a este escenario. Y sí, hay una polémica geográfica, sobre si la batalla fue conseguida o cedida, lo cierto aquí es que sí hubo una batalla y que estuvieron peruanos y ambos ejércitos, y que esta batalla sella todo un proceso largo que por años se estuvo llevando de la independencia y que también con esta batalla los países vecinos lograron su independencia.
Aquí lo más importante es que, Ayacucho viene a ser el broche de oro que cierra todo esto. La población de Huamanga se debe sentir sumamente orgullosa de tener uno de los escenarios más visitados turísticamente en esta zona. Es el primer sitio que recibe turismo de campo de batalla más frecuente a nivel nacional. Es importante revalorar los componentes culturales. Ahora vamos a contar con el apoyo de una empresa especializada con los equipos de campo.
Otra cosa que me preocupa es el tema de las visitas, es necesario seguir los protocolos, tenemos que cambiar algunos patrones de conducta.
J: Finalmente, ¿Cuándo iniciarán con el proyecto de investigación de la zona arqueológica?
MV: Esta primera etapa lo estamos desarrollando a fines de abril, y esperamos continuar con una segunda etapa con mucho más apoyo como la ayuda de sociedades civiles. Lo que necesitamos es ayuda para las excavaciones y esto requiere un equipo mucho más multidisciplinario y mayor presupuesto.
Estoy muy emocionada porque tengo en mi equipo tres estudiantes de arqueología de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.