Mario Cueto | Opinión de Miércoles
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El panorama político-social en el país, no es nada halagüeño. Las acciones avasalladoras, para controlar todo el sistema gubernamental y de decisión, por parte del Congreso de la República, con la complicidad delictiva del ejecutivo y farsas de censuras a ministros incompetentes, va llegando a sus límites. Ni los homenajes al Señor de los Milagros, por ambos poderes, logra calmar el rechazo y repudio, que van mereciendo por una creciente población, cansada de las mentiras y engaños, como la supuesta captura del número 2 de sendero luminoso, o la desarticulación de más de 60 bandas de criminales en Lima.
El mes morado, felizmente, es una oportunidad para que el cardenal señale, dirigiéndose a los gobernantes, que el tipo de unidad que los sostiene, está representado por las organizaciones mafiosas, inhumanas, frívolas y son cómplices, los que favorecen con su silencio o con leyes directas o indirectas. En otro pasaje, ante la imagen del Cristo Morada, el prelado precisó que no solo la Constitución protege el legítimo derecho de protesta, ejercida y organizada pacíficamente, ante una injusticia, dijo que también la doctrina social de la Iglesia reconoce dicho derecho, como un deber.
Procesión del Señor de los Milagros sí se realizará pero tendrá un recorrido más corto
¿Serán capaces, en acto de contrición, como homenaje tributado al Señor de los Milagros, que los congresistas y miembros del ejecutivo, escuchen el clamor del pueblo? ¿O seguirán empeñados con cinismo y sinvergüencería, a seguir legislando para, beneficiando a delincuentes, beneficiarse a sí mismos, desestimando el clamor de justicia, y la derogación de las leyes que favorecen a los mafiosos y extorsionadores? Las protestas, movilizaciones y paros, se van incrementando y la supuesta clase política actual, debe poner las barbas en remojo, y reflexionar acerca del papel que van jugando, pues, considerándose “demócratas”, van destruyendo la democracia y, por ende, la confianza del pueblo en la democracia y serán los únicos responsables, si el país cae en manos de figuras surgidas, fruto del resentimiento, de la frustración y desesperanzas, para implementar un sistema de gobierno, ajeno a los principios y valores democráticos, de gobernabilidad, transparencia y de respeto a los derechos fundamentales. Pareciera que los actuales políticos, no saben asimilar las experiencias vividas con anterioridad.
Finalmente, la reciente determinación del Tribunal Constitucional, que al parecer se ha revelado frente al Congreso, y la sentencia condenando a más de veinte años de prisión, al ex presidente A. Toledo, es una alerta para varios ex mandatarios, que se hallan en cola para ingresar a las cárceles, sin dejar de lado a la actual presidente Dina Boluarte, por los delitos de lesa humanidad y corrupción.
