Mientras los trabajadores continúan con sus demandas, la directora simplemente desapareció del ámbito público sin recurrir a sus consabidas conferencias virtuales que han sido cuestionadas por las inciertas acusaciones y la forma en que calificaba a los trabajadores de esta institución.
Inicialmente, lo que parecía ser una gestión de erradicación de la corrupción al interior del Hospital, con el tiempo se fue desvaneciendo por la falta de pruebas o evidencias que determinen las responsabilidades o los casos concretos de corrupción.
Los apresurados actos administrativos de la actual gestión fueron observados por el Gobierno Regional de Ayacucho, a tal punto que el exadministrador Félix Pizarro tuvo que ser removido del cargo, dejándose entrever que a partir del uno de junio próximo el Hospital Regional contaría con nuevo director.
La institución hospitalaria, en su nuevo local con una infraestructura moderna y equipos de última tecnología, no puede celebrar como antaño su aniversario; el año pasado debido a la pandemia se limitó a una sencilla ceremonia y este año se sumó a la pandemia esta crisis de rompimiento de relaciones personales.
La ceremonia central, el izamiento de la bandera nacional, la misa de salud, y otras actividades que normalmente se realizaban en el aniversario, ahora fueron reemplazadas por las marchas de protesta, plantones, vigilia y paros.
Son 57 años de funcionamiento del Hospital Regional de Ayacucho, y urge recategorizarse del tipo II-2 al III-1, luego de haberse invertido ingente presupuesto en su ejecución.