El fútbol dejó tres historias distintas para los equipos de Ayacucho en la Copa Perú 2025: Tambo FC se despidió entre lágrimas en Arequipa, Señor de Quinuapata resistió en Tacna y clasificó con carácter, y Defensor Patibamba desató una fiesta en casa tras golear 3-0 y asegurar su pase.
La tristeza
El golpe lo recibió Tambo FC, que viajó hasta el estadio municipal de Ático, en Arequipa, para enfrentar al aguerrido Viargoca. La ilusión era grande, pero desde el inicio se notó que el partido no pintaba sencillo.
El cuadro arequipeño salió con hambre de revancha, empujado por su hinchada y un planteamiento táctico agresivo que pronto le daría frutos. El guardameta de Tambo FC, Yover Gómez Cisneros, fue quien intentó de todo para que las mallas ayacuchanas se respeten en la región del “Misti”, pero fue más la presión del rival.
El marcador se abrió y nunca más volvió a cerrarse a favor de los ayacuchanos. Viargoca venció 3-0, un resultado que sentenció de manera categórica la eliminación de la escuadra de Tambo. El esfuerzo fue innegable: corrieron, metieron pierna fuerte, buscaron sorprender de contra, pero el peso del local terminó siendo demasiado.
El pitazo final fue un balde de agua fría; los jugadores, con la mirada perdida, sabían que la aventura en la Copa Perú había terminado. El llanto en algunos, la rabia contenida en otros y la tristeza en el rostro de su hinchada fue el reflejo de una eliminación dolorosa.
El fútbol es así, puede darte alas en una fecha y quitártelas sin compasión en la siguiente. Sin embargo, la oncena tambina logró lo que muchos creyeron que nunca iba a suceder: llevar un aliento, un sueño, una esperanza de las tierras del gran “Martin Kullo”.
Sabor a gloria
La segunda jornada: una alegría que llegó desde el sur del país. En un duelo vibrante, Señor de Quinuapata se midió ante Real Sociedad de Tacna. El marcador final fue un 1-1, pero ese resultado sabía a clasificación. ¿La razón? La escuadra “Santa” había sacado ventaja en el partido de ida y con ese colchón logró avanzar a la siguiente fase.
El partido no fue fácil, porque el cuadro tacneño salió a presionar, consciente de que necesitaba revertir la serie. Sin embargo, Señor de Quinuapata no se amilanó, mostró carácter, se adueñó de la mayoría del campo y desplegó un fútbol agresivo que dejó claro por qué habían llegado hasta aquí.
El empate no fue un mero trámite, fue un duelo de dientes apretados, con la tribuna rugiendo y cada balón disputado como si fuese el último. Cuando el árbitro decretó el final, los jugadores ayacuchanos cayeron al césped, no por derrota, sino por alivio. El empate no les quitó el sueño: estaban en la siguiente fase y eliminaban a un duro rival.
Ese respiro se transformó en gritos de victoria, abrazos y lágrimas de felicidad. El cuadro “Santo” no solo resistió, sino que se impuso mentalmente, demostrando que la Copa Perú no solo premia al que gana en la cancha, sino al que sabe sostener la presión en los momentos decisivos.
Goles y clasificación
Pero si hubo un partido que levantó pasiones y dejó huella en el corazón de los hinchas, ese fue el de Defensor Patibamba. El cuadro ayacuchano recibió en casa a FD Galaxy, con la ventaja de haber ganado en la ida como visitante. Sin embargo, la consigna era clara: cerrar la serie con contundencia.
El encuentro arrancó con tensión, con ambas escuadras midiéndose en cada pelota dividida. El ambiente se caldeó en el minuto 37 cuando el guardameta de FD Galaxy fue expulsado. Ese hecho desequilibró el partido, inclinando la balanza hacia los locales.
El desahogo llegó al filo del descanso; minuto 46 un tiro de esquina cayó con violencia en el área rival y allí emergió “el tanque” Keder Báez, que con un cabezazo furioso rompió la resistencia del arquero Matías Carbajal. El estadio estalló en júbilo; Patibamba estaba en ventaja y con medio boleto a la siguiente ronda.
En el segundo tiempo, el espectáculo se convirtió en fiesta. A los nueve minutos, Jhon Manrique sacó un remate cruzado que se clavó en la parte inferior izquierda del arco rival.
Pero aún quedaba una joya más. En el minuto 46 del segundo tiempo suplementario, una jugada colectiva nació en los pies de Basilio Galindo, el balón fue paseado entre varios jugadores, hasta que Fidel Taipe apareció para empujarla y sellar el 3-0 definitivo. Fue el broche de oro para una actuación memorable, un baile que dejó a FD Galaxy fuera y a Patibamba en la gloria.
El pitazo final fue música para los oídos. Hinchas abrazados, lágrimas de emoción y una certeza: Patibamba sigue soñando con llegar a lo más alto de la Copa Perú.
Tres destinos
El fin de semana dejó un mosaico de emociones para Ayacucho. Tambo FC se despidió entre lágrimas en Arequipa, recordando que la Copa Perú también tiene el sabor amargo de la derrota.
Señor de Quinuapata celebró la resistencia y la clasificación en Tacna, con un empate que supo a victoria. Y Defensor Patibamba hizo delirar a su hinchada en casa con un 3-0 contundente, mostrando que la garra ayacuchana sigue viva y más fuerte que nunca.
Así es la Copa Perú; cruel con algunos, generosa con otros, pero siempre mágica. En cada pase, en cada grito, en cada lágrima, está la esencia de un torneo que no se juega solo con los pies, sino con el alma.
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