Se sabe que la caída de este cerco inició desde el año 2020 cuando el gobierno declaró en estado de emergencia. La situación se agravó debido a las intensas lluvias que debilitaron más las estructuras y, actualmente, tantos alumnos y el docente, corren el riesgo de sufrir cualquier daño ante el inminente peligro.

Los afectados indicaron que realizaron todas las gestiones respectivas ante la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) pero que no obtuvieron ninguna respuesta. Incluso, acudieron a la provincial, quienes les manifestaron que no tenían injerencia en este problema; y que ello le correspondería atender a la municipalidad distrital de Pomabamba.

“Cuando fuimos al municipio nos dijeron que no contaban con presupuesto, porque estaban en cambio de gestión. Solo nos entregaron una volquetada de piedra y bolsas de cemento y se desentendieron para hacer la contrata del maestro que realizará el mantenimiento del colegio”, detalló un poblador.

 Vale precisar que dicha institución es unidocente y, a la fecha, alberga a un promedio de diez estudiantes. Ellos están en riesgo de sufrir cualquier tipo de accidente, por lo que solicitaron a las autoridades a dotar de materiales y de garantizar la contrata de un albañil que efectúe los trabajos de refacción.

“Los padres queremos aprovechar esta temporada que no está haciendo lluvia. Es una infraestructura nueva, tiene tan solo 7 a 8 años”, agregó otro padre.