Entre lágrimas y con la voz quebrada, doña Cleofé Carrera mira al vacío como buscando una respuesta en medio de la desgracia. Vive en el distrito de Andrés Avelino Cáceres, en Huamanga, y carga sobre sus hombros una vida de sacrificios.
A su lado, un hijo menor que padece ataques de epilepsia la acompaña en el silencio de la precariedad. Hoy, la tragedia la golpea de la manera más cruel: su hijo mayor, Fortu Valencia, ha muerto en un accidente de tránsito en la lejana ciudad de Puerto Maldonado.
Fortu había partido a la selva hace algunos meses. Soñaba con un trabajo estable, con un ingreso seguro que le permitiera sostener a su madre y a su hermano enfermo.
El joven trabajaba como obrero, y aunque la distancia era dolorosa, cada día levantaba la esperanza de enviar algo de dinero para mejorar la vida de los suyos. Sin embargo, la madrugada oscura de un accidente a bordo de una moto lineal truncó aquel sueño.
“Mi hijo se fue a trabajar lejos para ayudarme, pero ahora ya no lo tengo… solo quiero traerlo a casa para darle cristiana sepultura”, dice doña Cleofé, su voz entrecortada, su mirada enrojecida.
La mujer, que sobrevive gracias a trabajos eventuales en el programa Trabaja Perú, apenas logra cubrir el día a día en la pequeña casa alquilada en la Mz. L110 de la APV Las Casuarinas, a una cuadra del penal de Ayacucho.
El drama se agrava porque trasladar el cuerpo de Fortu desde Puerto Maldonado hasta Ayacucho tiene un costo de 3,500 soles, una suma imposible para la humilde familia. Sin celular propio ni acceso a medios digitales, doña Cleofé ha encontrado el apoyo de vecinos solidarios que canalizan la ayuda.
Quienes deseen tenderle la mano pueden hacerlo a través del número de Yape 979 165 481, a nombre de Fran R. Quispe, vecina que acompaña en este doloroso trance.
El infortunado joven partió de Ayacucho con la esperanza de cambiar su destino. Hoy, su madre solo pide que pueda regresar, aunque sea en silencio, para descansar en su tierra natal.
Se espera el apoyo de autoridades o de empresas que puedan colaborar con esta causa a fin de que la familia pueda darle cristiana sepultura.
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