Es Machu Picchu, por si sólo, el atractivo más importante del Perú, y está entre los mas importantes de América del Sur. Por tanto, es necesario una o dos rutas turística de la región centro Sur, que incorpore a Ayacucho con Cuzco y Machu Picchu, durante todo el año.
Todas las rutas turísticas salen de Lima, porque es el ingreso del turismo internacional, y por su condición de ser la metrópolis más poblada del país, con casi 10 millones de habitantes, es el principal mercado para el turismo interior.
Podemos impulsar una ruta que incluya Ayacucho – valle del Sondondo – Cuzco – Nasca – Pisco y Lima. Que ofrecemos: la ciudad de Huamanga, colonial y artesanal y la pampa de Ayacucho; el valle del Sondondo, con andenes en plena producción y el nido de los Cóndores, en mayor cantidad que el Cañón del Colca.
Necesitamos conectividad vial en buenas condiciones entre Huamanga, el Valle del Sondondo y Puquio, y de ahí al Cuzco, pasando por Abancay. El retorno Cuzco – Nasca con las líneas en el desierto y Pisco con la reserva nacional de Paracas.
Otra ruta es Junín que ofrece la Selva Central, el valle y el cañón del Mantaro y en este caso también tenemos el problema de conectividad entre Huancayo y Ayacucho y es la construcción de una autopista que depende de Vías Nacionales, porque es parte de la longitudinal de la sierra.
Para el turista, habría paisaje y la visita a ciudades a diferente altura y clima ante de llegar a Ayacucho, para dirigirse hacia Andahuaylas. Abancay y Cuzco y retornar vía aérea a Lima o de lo contrario hacer la ruta al Sondondo, Puquio, Abancay y Cuzco.
En ambos casos, lo importante es que antes o después de visitar Cuzco-Machu Picchu, este Huamanga y el valle del Sondondo. Los que son especialistas en Turismo pueden aportar con más ideas, pero lo importante, es que Ayacucho tenga una industria del turismo que funcione todo el año.
Sino no es sostenible el turismo, las inversiones en el sector van a decaer. Tener al 100% la ocupación durante una semana no justifica la construcción de un hostal, hotel o alojamiento y restaurantes de comida tradicional, así como otros servicios complementarios al turismo.