La artesanía en el rubro de la cerámica en Ayacucho es una expresión cultural y tradicional que ha perdurado a lo largo del tiempo. Se ha convertido en un importante centro de producción y comercialización de cerámica, atrayendo a visitantes y amantes del arte de todo el mundo.
Tal es el caso del artesano ayacuchano Taruka Díaz Ríos, quien cuenta con su taller de cerámica “Taruka”. Con más de 6 años de experiencia en cerámica Wari ha logrado innovar sus trabajos artesanales. Se encuentra en una etapa de búsqueda de identidad y apreciación de la identidad ayacuchana.
La cerámica ayacuchana se caracteriza por su belleza, originalidad y calidad. Los artesanos locales han perfeccionado sus técnicas a lo largo de generaciones, transmitiendo su conocimiento de padres a hijos. Cada pieza de cerámica es única y refleja la identidad cultural de Ayacucho.
Los materiales utilizados en la creación de la cerámica son arcilla y pigmentos naturales extraídos de la región. Los artesanos trabajan meticulosamente la arcilla, dándole forma con las manos o utilizando herramientas tradicionales. Posteriormente, las piezas se secan al sol y se someten a un proceso de cocción en hornos artesanales.
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Los diseños utilizados en la cerámica ayacuchana están inspirados en la naturaleza, la religión y las tradiciones locales. Se pueden encontrar representaciones de animales, plantas, personajes históricos y escenas cotidianas. Cada detalle es cuidadosamente elaborado, creando piezas que son verdaderas obras de arte.
La cerámica de Ayacucho ha trascendido las fronteras, siendo reconocida a nivel nacional e internacional. Las piezas son exhibidas en museos y galerías de arte, y también se exportan a diferentes países. Esto ha permitido que el arte y la cultura ayacuchana sean apreciados y valorados en todo el mundo.
Para preservar esta tradición artesanal, se han implementado diversas iniciativas de promoción y capacitación. Se realizan talleres y cursos donde los jóvenes pueden aprender las técnicas de la cerámica y mantener viva esta herencia cultural. Además, se fomenta el turismo cultural, invitando a los visitantes a conocer los talleres y adquirir piezas auténticas. Claro ejemplo, son las clases que dicta el maestro Taruka en su taller, ubicado en el Jr, Paraguay Mz “E”, Lt N° 15, espaldas de la Institución Educativa Federico Froebel.