Desde un primer momento se cuestionó de que no haya existido una organización por parte de la comisión multisectorial. Todo inició luego que el municipio distrital de Andrés Avelino Cáceres Dorregaray sacara un comunicado, donde informó que no participaría de la comparsa institucional.
Días después más entidades públicas, entre ellas la municipalidad de Huamanga, se unieron a esta medida en apoyo a los 10 muertos del pasado 15 de diciembre en el aeropuerto de Ayacucho.
Esto hizo que el último sábado, día en que supuestamente iniciaban los carnavales se notara la ausencia de comparsas institucionales, lo cual era una costumbre en años anteriores.
Cuando todo hacía parecer que gran parte de la población apoyaría a los familiares de los fallecidos en protestas, el domingo 19 de febrero las calles céntricas de la ciudad lucieron repletas de hombres y mujeres bailando y cantando al son de la música; en tanto, los espectadores disfrutaban de su recorrido por la Plaza Mayor.
El alquiler de las sillas en el parque fue otro de los temas criticados por cierto grupo de personas, a razón de que solo podían ser utilizados previo pago de 10 soles; además, de que nunca se habría tenido una rendición de cuentas por parte del municipio de Huamanga.
Los excesos cometidos en las calles fue otro problema que no pasó desapercibido, ya que se notó a ciudadanos ebrios, principalmente, varones durmiendo en las calles.
Los que estaban bajo los efectos del alcohol tampoco se midieron y orinaron en los alrededores del centro histórico. El mayor trabajo lo tuvo el personal de limpieza o de manejo de residuos sólidos.
El tráfico vehicular y la presencia de delincuentes provenientes de Lima y Huancayo que viajaron a Ayacucho exclusivamente para cometer sus fechorías, también fue notorio, pese a que se contaba con todo un plan de contingencia. Los más sacrificados fueron los serenos.
De otro lado, Walter Bedriñana Carrasco, titular de la Dirección Regional de Salud (Diresa) advirtió que durante los días festivos a los establecimientos de salud ingresaron pacientes por intoxicación alcohólica o por accidentes de tránsito. Igualmente, se registraron heridos por peleas callejeras.
LO BUENO
Los más beneficiados con los carnavales fueron los micro y pequeños empresarios que viven del día a día. En su mayoría aprovecharon la masiva concentración de personas en las principales calles para vender sus productos.
Asimismo, incrementaron su demanda aquellos que tienen diferentes giros de negocio como restaurantes, hoteles, cafeterías, fuentes de soda, entre otros. Incluso, los centros nocturnos y promotores de eventos de diversión.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Regional de Turismo de Ayacucho (Caretur) Alejandro Mancilla, aseveró que no se cumplieron al 100 % con las proyecciones que se tenía con la llegada de turistas o visitantes a la ciudad.
Añadió que esta poca afluencia fue como consecuencia de la inseguridad que se generó en Ayacucho por los constantes paros o movilizaciones emprendidos por los dirigentes del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho (Frdepa).