La salud mental es un problema que data desde hace varios años, pero que aún no fue atendido. Todo ello se refleja con los últimos hechos de inseguridad y de feminicidio, que son preocupantes en la región de Ayacucho.
Al respecto, la Defensoría del Pueblo advirtió que, a pesar del reconocimiento de la salud mental como un derecho humano esencial en la vida de las personas, la región aún no cuenta con servicios fortalecidos, capaces de cubrir la demanda de atención de la salud mental de manera descentralizada, oportuna, de calidad y sin prejuicios.
Bajo ese contexto, la entidad alertó que, si bien el presupuesto asignado al control y prevención en salud mental ha ido aumentando sostenidamente desde el 2018, en la actualidad representa solo el 0,2 % del presupuesto nacional y el 1,6 % del presupuesto asignado a la función salud.
Precisó que todo ello resulta mínimo teniendo en consideración que los problemas de salud mental representan gran porcentaje de los problemas de salud en general en la población.
“Urge reforzar los niveles de atención primaria para que las personas puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento oportuno. Preocupa, además, la falta de una estrategia articulada para la atención de la salud mental que debe ser dirigida por el Ministerio de Salud (Minsa)”, advirtió la Defensoría.
Durante una labor de supervisión, se pudo verificar que de los 164 hogares protegidos que se programaron instalar hasta el 2021, solo se implementaron 57, lo que dejó una brecha del 65 %.
CIFRAS
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud Mental, Ayacucho se ubica en los últimos lugares con cifras preocupantes. Por ejemplo, el 61,3% de los adolescentes, manifestó haber sufrido algún tipo de abuso en cualquier momento de su vida. De estas cifras, lo que más prevalece es el abuso psicológico 51,4%.
En tanto, el abuso físico representó un 34%, en la que destacan las agresiones sufridas en el hogar o en los colegios por parte de sus padres, familiares, amigos y hasta desconocidos.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que el episodio depresivo y la fobia social actuales y el estrés postraumático en la vida, son significativamente más frecuentes en mujeres.
De otro lado, el trastorno de ansiedad generalizada pura es más frecuente entre los adolescentes mayores, de 15 a 17 años, en comparación con los más jóvenes. Por lo tanto, los menores mayores de 12 años muestran aumento de la prevalencia actual de episodio depresivo en Ayacucho.
DÉFICIT
Uno de los problemas a atender es el déficit de especialistas en salud mental; por ello, se aguarda que pueda tomar las acciones pertinentes.