Luego de 40 años de incertidumbre, el día hoy el Ministerio Público entregó los restos óseos de 31 víctimas del conflicto armado interno de los años 80,90 y 2000 a sus familiares, que solicitaron a las autoridades la creación de un monumento de los fallecidos.
La diligencia de entrega de restos óseos corresponde a víctimas de los casos «Huarcatán», «Iquicha», «Llusita», «Oronccoy», «Chinchibamba» y «Andamarca», vinculados a miembros del Ejército Peruano y la Policía Nacional.
Otros cinco casos de víctimas están relacionados al grupo terrorista Sendero Luminoso. Estos son: «Taipe -Cordero», «Tupia Janampa», «Cayllahua Tucno» y «Chalco Cucho».
Ceremonia
La ceremonia contó con la presencia de la fiscal superior Marena Mendoza Sánchez, coordinadora nacional del subsistema de Derechos Humanos; el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Ayacucho, Javier Anaya Cárdenas; los representantes de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas, y la Cruz Roja, entre otras instituciones.
Asimismo, participó el Jefe Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Francisco Brizuela, y la jefa del Equipo Forense Especializado, Sandra Gómez Tapia.
Previo
El equipo fiscal desarrolló la ubicación y recuperación de los restos óseos humanos y elementos asociados, para ser trasladados al Laboratorio de Investigaciones Forenses de Ayacucho.
Posteriormente, se realizaron las diligencias de análisis e identificación, a fin de determinar la causa, data y manera de la muerte. En algunos de los casos se tomaron exámenes de ADN a cargo de la Unidad de Biología Molecular y Genética del Instituto de Medicina Legal.