Jesús Ospina | Símbolos y gestos
prensa@jornada.com.pe
En un mundo cada vez más polarizado, donde el neoliberalismo conservador y autoritario de extrema derecha aún gana terreno, el Papa León XIV emerge como un factor religioso y moral crucial para contrarrestar esta tendencia. Proveniente de Perú, un país marcado por profundas desigualdades, el nuevo Pontífice llega con una visión pastoral y social arraigada en las esperanzas de los sectores populares, donde comprendió que la pobreza no es una herencia divina, sino el resultado de estructuras económicas injustas hechas por el hombre, y, por tanto. pueden ser modificadas. Cree, junto con el Papa Francisco, en la fe de los pueblos por una salida democrática, participativa y redistributiva, lo que lo convierte en un aliado clave para promover un desarrollo inclusivo y con rostro humano.
Continuidad y avance
León XIV representa, sin duda, la continuación del camino trazado por el Papa Francisco, quien ha sido un crítico frontal de la globalización capitalista descontrolada, y que no se opuso al capitalismo en abstracto, sino a su lógica deshumanizante, que excluye a los más pobres y convierte la acumulación de riqueza en un fin en sí mismo. En su encíclica Fratelli Tutti, Francisco cuestionó el modelo económico que prioriza el mercado sobre las personas y abogó por una economía solidaria al servicio del bien común.
Además, el Papa León XIV, buscará profundizar este mensaje en un contexto donde la extrema derecha neoliberal promueve políticas de ajuste, recortes sociales y un individualismo exacerbado que debilita la solidaridad y fragmenta los colectivos. Como una nueva voz recordará que ningún sistema socioeconómico es legítimo, si no garantiza derechos sociales y económicos básicos, como el acceso a la salud, educación, vivienda y trabajo digno.
Un líder para la nueva globalización
Frente a la ola de gobiernos de extrema derecha que instrumentalizan el discurso religioso para justificar exclusiones sociales y económicas, el Papa León XIV se erigirá como un defensor de los derechos humanos integrales. Su experiencia en Perú, donde conoció de cerca las acciones de fe liberadoras de las comunidades populares, le da autoridad moral para cuestionar un modelo que concentra riqueza mientras precariza la vida de las mayorías.
En ese sentido, su pontificado impulsará una globalización alternativa, basada en la cooperación internacional y el diálogo entre diferentes, la justicia y amistad social y la ecología integral. A diferencia del neoliberalismo que mercantiliza la vida, él promoverá una economía con límites éticos, donde el progreso no sea sinónimo de explotación. Cabe respaldar su pontificado para crear una sociedad más justa y humana.
En tiempos de incertidumbre, el liderazgo del Papa León XIV será un faro de esperanza para quienes creemos que otro mundo es posible. Su compromiso con la justicia y los pobres, y su crítica a un capitalismo salvaje, lo ubica como una figura clave para enfrentar el avance de la derecha autoritaria. Siguiendo los pasos de Francisco, pero con la fuerza de su propia trayectoria, será un factor religioso clave en la lucha por una globalización más justa y humana. La Iglesia, bajo su guía, no solo acompañará espiritualmente, sino humanamente, colectivamente a los excluidos en su demanda por derechos y dignidad.