Según el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo (CNV) en lo que va del año se registraron 364 nacimientos, cuyas madres tenían entre 11 y 14 años, siendo aún menores. De esta cifra, al menos 6 casos corresponden a la región de Ayacucho.
Los datos del CNV se reflejan en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) que refiere en su último informe del 2022, publicado a mediados de mayo de este año, que el 2,7% de menores de 12 a 17 años estuvo alguna vez embarazada.
De acuerdo a la Endes, en Ayacucho el 3.1 % de menores de 12 a 17 años ya son madres o se encuentran esperando a su primer bebé. Muchos de estos casos serían producto de una violación sexual ocurrido en su propio entorno familiar.
La Endes, además, precisa que el 32,8% de las adolescentes, alguna vez estuvo embarazadas entre 15 y 19 años, solo tenía primaria, cuando lo ideal sería que estén cursando la secundaria.
Bajo este escenario, la Defensoría del Pueblo advierte que, tanto la normativa nacional como internacional, exigen reforzar el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, entre ellos la planificación familiar, información y educación.
Subrayó que estas acciones deben estar vinculadas a las estrategias y programas nacionales a fin de reducir las brechas en relación a este problema social que cada año se va agrando en la región.
“Entendiendo que el embarazo en adolescentes es un problema de salud pública, la intervención del Estado debe darse mediante todos los sectores y niveles de gobierno, a fin de realizar la articulación intersectorial e intergubernamental, así como la ejecución de estrategias para reducir las cifras”, dice el comunicado.
Para ello, la entidad señaló que los servicios de salud deberían ser diferenciados y especializados en la atención integral de la salud de la población adolescente.