En el 2007 fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura. A partir de esa fecha se viene conmemorando con festividades que rinden homenaje a la bebida.
Según César Coloma, investigador del Ministerio Cultura, el pisco sour fue creada en Lima a principios del siglo XX por el inmigrante británico Víctor V. Morris, propietario del Bar Morris, donde ofrecía variedades de licores incluido la bebida bandera del país.
Con el paso de los años el coctel peruano se ha ido expandiendo en todo el territorio nacional como internacional, convirtiéndose así en un aperitivo infaltable en eventos y festividades. Tanto así que en el 2016 el Ministerio de Producción informó que mediante las campañas de promoción se superó la venta de 10 millones de litros, un récord comparado con las producciones anteriores. Asimismo, en ese año se logró un aumento de 12,6% en exportaciones.
Esta deliciosa bebida tiene una preparación que consiste en tres o cuatro onzas de pisco puro quebranta, una onza de jugo de limón recién exprimido, una onza de jarabe de goma, un cuarto de onza de clara de huevo y cuatro cubos de hielo.
Los ingredientes se vierten en una coctelera que se agita por un tiempo de 12 a 15 segundos para poco después servirlo en una copa o vaso previamente helado y en tres tiempos para evitar que se forme mucha espuma. Para culminar la presentación, el pisco sour lleva tres gotas de amargo de angostura colocadas sobre la superficie espumosa.
Tanto fue la llegada que incluso se creó un museo exclusivamente de pisco, se encuentra ubicado en Paracas, donde cuenta con 13 salas de exhibición, una de ellas está dedicado a las personas que aportaron a la difusión del pisco y su cultura. Así también a los ganadores de los concursos nacionales e internacionales.
Debido a su popularidad se han creado diversas variaciones como maracuyá sour, chicha sour y el pisco sour acholado, una mezcla de diferentes variantes de uva combinada con el pisco quebranta.
Esta popularidad trajo consigo una polémica desatada por la originalidad del pisco sour, Chile aseguraba que el origen de la bebida fue en dicho país, Perú tuvo que apelar la autoría, después de nueve años de litigio el Consejo de Apelaciones de Propiedad Intelectual de la República de la India (IPAB) declaró fundada la apelación formulada y reconoció los derechos exclusivos sobre esta bebida a Perú.