Convergencia digital: Es una información que debería hacernos reflexionar, ya que la ciudadanía no se siente escuchada por los medios de comunicación, especialmente nacionales, pero lo mismo sucede con los medios regionales, aunque en menor proporción.
Esto ha permitido a JORNADA ganar un espacio en el mundo virtual. Revisando las estadísticas de la página de Facebook, indica el IEP, el medio ayacuchano cuenta con 44 mil me gusta y 60 mil seguidores (hoy son más).
Los medios de comunicación, y los periodistas y comunicadores sociales, tienen que valorar los datos que proporciona en este estudio el IEP. En primer término, aceptar que nuevos actores comunicadores están actuando: las redes sociales. Estas se han convertido en la principal fuente de información para los ciudadanos.
Los ciudadanos son conscientes que en las redes sociales abundan las noticias falsas, y muchos no saben cómo reconocer si se trata de un bulo o no, pero igual lo reenvían hasta hacerlo viral. En los medios de comunicación también abundan las noticias falsas, con la diferencia, que el lector las percibe no como mentira falsa, sino sesgada.
Para competir con las redes sociales muchos de los diarios nacionales y locales, han dejado de imprimir sus ediciones o han disminuido sus tirajes. Este es el caso de JORNADA, que debe imprimirse por ser el diario Judicial.
JORNADA, es un diario local -da noticias de la ciudad de Huamanga y sus cinco distritos metropolitanos- y regional, incluyendo el VRAEM. A diferencia de los otros medios locales, ha logrado adaptar lo digital – tiene 44 mil me gusta y 60 mil seguidores- sin dejar de hacer la entrega a sus lectores del diario impreso.
Con referencia a la honestidad de los medios de comunicación y el periodismo en las redes sociales, el 67% señala que solo algunas veces puede diferenciar si una noticia que recibe es verdadera o falsa. Un grupo más reducido dice que siempre puede hacer esta diferenciación.
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Otro dato importante de la encuesta del IEP, es que la crisis de desconfianza que se media por la cantidad de personas que lanzaban el grito “prensa basura” se ha incrementado en los últimos meses y esta se traduce en un rechazo a las informaciones que ofertan los medios nacionales.