Un padre de familia y su hijo fallecieron tras ser sepultados cuando realizaban trabajos de excavación para la construcción de una vivienda ubicada por el barrio de Belén, en la ciudad de Huamanga, en Ayacucho.
Entre las víctimas figura Rómulo Taco Ochoa (54) y su hijo Yerry Taco Albites (20) quienes murieron asfixiados a falta de atención oportuna. Ambos no tuvieron oportunidad de salir con vida del lugar siniestro.
Serenos de Huamanga y efectivos de la Compañía de Bomberos de Ayacucho se constituyeron a la zona de emergencia, pero nada pudieron hacer para rescatar a los obreros. Incluso, se conoció que un agente bomberil resultó herido, por lo que fue trasladado al Hospital Regional.
Por su parte, la municipalidad de Huamanga informó que la tragedia sucedió en circunstancias de que el personal rescatista intentaba auxiliar a ambas personas, pero un segundo derrumbe casi en simultáneo hizo que los trabajos se complicaran.
Se tuvo que solicitar de retroexcavadoras del citado municipio para rescatar los cuerpos atrapados; posterior a ello fueron trasladados a la morgue de Ayacucho para las pericias respectivas.
En tanto, se conoció que estas labores de construcción se efectuaban en una zona inestable y que no contaba con medidas de seguridad, motivo por el cual los trabajadores municipales procedieron a la suspensión de la obra mientras duren las investigaciones.
NEGLIGENCIA
Con lo ocurrido, se evidencia que las obras que se realizan en las zonas periféricas de la ciudad de Ayacucho no cuentan con autorización de la municipalidad; y muchas de las personas que se ofrecen trabajar en estas obras arriesgan sus vidas por un poco de dinero.
Los vecinos advirtieron que no es la primera vez que se registran este tipo de hechos, toda vez que hace meses por el mismo sector se reportó la muerte de integrantes de una misma familia por la misma situación.
En esa línea, se pidió a las autoridades a que tomen las medidas pertinentes en este tipo de construcciones que se desarrollan en zonas declaradas en alto riesgo ante sismos, derrumbes o deslizamientos de tierra.
Otro aspecto a considerar es que muchas veces son los mismos propietarios que con el fin de obtener una mejor edificación de sus inmuebles contratan a obreros, sin medir el peligro. Toda esta fiscalización debería recaer en la municipalidad a fin de evitar más muertes por accidentes laborales.
Las lluvias que se vienen registrando en las últimas semanas habrían agravado la tragedia. Los deudos estarían solicitando una investigación para por los menos tener algún tipo de indemnización, y de esta manera poder darles una cristiana sepultura.