Luego de varios días de intensa búsqueda, las autoridades hallaron los cuerpos sin vida de Jesús Quintanilla Mendoza (40), ingeniero y trabajador del Gobierno Regional de Ayacucho, y de la profesora Aydé Sosa Figueroa, quienes se encontraban desaparecidos desde inicios de mayo.
El hallazgo ocurrió el último domingo en la zona de Valle Esmeralda, en la jurisdicción del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), donde se presume que habrían sido asesinados.
Según fuentes cercanas al caso, los cuerpos habrían sido enterrados por el lugar donde días antes fue ubicada la camioneta siniestrada en la que ambos viajaban rumbo a Ayacucho.
El vehículo, de propiedad de la docente, presentaba daños materiales compatibles con un accidente de tránsito, lo que inicialmente generó confusión sobre las causas de la desaparición.
Jesús Quintanilla, quien se desempeñaba como supervisor del proyecto Torobamba del Programa Regional de Irrigación y Desarrollo Rural Integrado (Prider), fue visto por última vez el domingo 4 de mayo cuando salió de su vivienda rumbo al distrito de San Miguel, provincia de La Mar, por motivos laborales.
Cámaras de seguridad lo captaron abordando un taxi en el parque Magdalena, siendo trasladado hasta el sector de Yanamilla, en el distrito de Andrés Avelino Cáceres, donde se reunió con Aydé Sosa.
Ambos emprendieron viaje hacia el centro poblado de San Jerónimo con el objetivo de realizar una evaluación técnica de un terreno. Una vecina de Aydé aseguró haberlos visto regresar el lunes 5 de mayo, un día antes de su reincorporación a sus labores. Desde entonces, sus familias perdieron todo tipo de contacto.
Aydé Sosa enseñaba en un Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) en Ayacucho y había acompañado al funcionario en el viaje con fines profesionales. Sus restos, al igual que los de Quintanilla, fueron trasladados a la morgue de Ayacucho, donde se realizarán los exámenes correspondientes.
La Policía Nacional y el Ministerio Público han iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los autores. Mientras tanto, familiares y amigos de las víctimas exigen justicia y una pronta respuesta de las autoridades.
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