En el Vraem, 254 familias están diversificando su economía a través de la apicultura, una actividad que se fortalece con la asistencia técnica y equipos proporcionados por Devida. Estas familias producirán 10 toneladas de miel al año, contribuyendo a una economía lícita y sostenible en la región, reemplazando así la dependencia de los cultivos ilícitos.
Devida, en el marco de la Política Nacional Contra las Drogas al 2030, fomenta la apicultura en 17 distritos de Ayacucho, Cusco y Junín. En estos lugares, los técnicos de campo brindan asistencia en manejo de colmenas, sanidad apícola, cría de reinas y cosecha de miel.
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Alejandro Palomino Saldívar, especialista apícola de Devida, mencionó que, con la intervención de Devida, la producción incrementó de 4 kg. por colmena a 12 kg. anuales, tecnificando el proceso y mejorando la calidad de vida de los apicultores. “Anteriormente se trabajaba de manera rústica, ahora se ha tecnificado la producción con la implementación de materiales e indumentarias”, sostuvo.
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Cabe precisar que uno de los grandes desafíos que Devida encontró en el Vraem fue el uso indiscriminado de productos agroquímicos empleado en los cultivos de hoja de coca, por ello, muchos apicultores optaron por otros cultivos que crecen en armonía con el medio ambiente, sin afectar a las abejas ni la producción de miel.
Sonia Sandoval Rodríguez, apicultora del anexo Encarnación, distrito de Santa Rosa (Ayacucho), comentó que “los agroquímicos empleados en los cultivos de hoja de coca provocaron la muerte de abejas en su comunidad, hecho que se revirtió con reuniones de sensibilización” refirió.