Durante casi un siglo, el calendario escolar del Perú celebraba el 12 de octubre como el día de la Raza. Era feriado hasta 1969, cuando el general Juan Velazco Alvarado, siguió manteniendo la denominación, pero dispuso que deje de ser un feriado.
¿A que raza se refería esa fecha? Por supuesto, no a las razas originarias, sino a la raza hispánica, la misma que había cumplido con su misión civilizadora de los pueblos bárbaros que vivían en el “nuevo mundo”, en las indias occidentales o América, dentro de la lógica del colonialismo europeo naciente.
En la actualidad, los pueblos originarios han logrado revertir la denominación de este día, y para ellos no tienen nada que celebrar. Pero marca el inicio de la resistencia de los pueblos indígenas, de los millones de africanos negros traídos como esclavos y de todos los pueblos oprimidos por el colonialismo.
Por eso hoy tratamos este tema, pero sólo en estos tres párrafos, porque hay en el Perú temas más importantes.
Por un salario digno para los profesores universitarios |EDITORIAL
La gran movilización nacional, contra el gobierno de Dina Boluarte y Alberto Otárola, responsables mediatos de las muertes de ochenta peruanos, cincuenta de ellos con armas de reglamento utilizado por efectivos de la policía y el ejército.
Contra una fiscalía de la nación que busca desarticular los equipos de fiscales honestos que investigan a las organizaciones criminales en las que participaban jueces, fiscales y grupos de poder económico, cuyo primer caso fue la destitución de la fiscal que investigaba a su hermana por la supuesta receptibilidad de dinero de narcotraficantes para ser liberados.
Ya ha removido el equipo que investigaba a los cuellos blancos del puerto, a menos de dos meses para la entrega del informe y la denuncia fiscal. Lo que busca, es repetir lo que sucedió con el caso de su hermana: que se archive la investigación y todos salgan libres.
Ahora busca desarticular el equipo fiscal que investiga a los implicados en recibir dinero de la empresa brasileña Odebrecht, en la que está investigado Ollanta Humala, Alejandro Toledo y en especial Keiko Fujimori por el caso los cocteles y su partido Fuerza Popular calificado como organización criminal.
Finalmente, exigiendo el cierre del congreso mafioso, donde pululan bandas organizadas para medrar del poder. Un congreso que no representa al pueblo y que, en todo caso, está conformado por representantes de organizaciones criminales, denominados partidos políticos.
Y en el caso de Ayacucho, contra la corrupción en el gobierno regional y en los gobiernos locales. Y, la forma como las autoridades se han convertido en operadores políticos del gobierno de Dina Boluarte.