El representante de la Asociación de Criadores de Vicuñas Emanuel, Armando Pariona, manifestó que buscan fomentar el turismo vivencial, a través de los ancestrales chaccus que van teniendo mucha aceptación en los últimos años, donde los beneficiados no solo son las personas que se dedican a su crianza, sino otros sectores, como transportes, guías oficiales, etc.
“Es una práctica muy ancestral y actualmente muchas de las comunidades lo siguen mantenimiento, la fibra de vicuña es la joya de los andes; y eso es el motivo de conectarlo con el turismo vivencial para que mediante ello podamos reducir los índices de pobreza que se registran en las zonas altoandinas”, aseveró.
Armando Pariona subrayó que la región cuenta con la mayor cantidad de población de vicuñas a nivel internacional, lo que le hace que tenga un gran potencial que no debería ser desaprovechado por las autoridades.
“Los chaccus deberían ser un mecanismo que contribuya al desarrollo económico de las familias que viven de la crianza de camélidos”, comentó.
Agregó que el pasado 23 de setiembre en la comunidad campesina de San Juan de Ocros- Huamanga realizaron el “chaccu Wari”, con el cual apuntan en convertirlo en uno de los eventos más importantes de la región que permita impulsar la economía local.
Por su parte, el presidente de la mesa técnica regional de Camélidos Sudamericanos de Ayacucho, Ezequiel Mizarayme José, reiteró su pedido ante la SERFOR para la implementación de un protocolo durante el desarrollo de los chaccus con fines turísticos a fin de no atentar contra la integridad de las vicuñas.
Añadió que se necesitan generar varios proyectos de inversión pública enfocados en planes de negocios del Procompite.