Las declaraciones del embajador de Israel ante las Naciones Unidas, desconociendo la autoridad de la Asamblea General, y tratando de “miserables” a los representantes de los 122 países que acordaron que se detenga la ofensiva militar contra la franja de Gaza, debería tener una respuesta contundente de parte de los gobiernos de todos los países, especialmente de los del sur global.
Cuando Israel, a través de sus representantes en las organizaciones internacionales e incluso de sus embajadores en países, donde sus mandatarios han exigido que se respete la vida y la seguridad de la población civil especialmente de niños y niñas, mujeres, mujeres embarazadas y ancianos, califica a estos gobiernos de “cómplices con el terrorismo”, oculta que el régimen de Israel es en estos momentos, la manifestación más completa de un régimen terrorista, de terrorismo de estado, el peor de todos.
La respuesta de Israel, calificada como “excesiva” a las declaraciones del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es un insulto a todas las naciones. ¿Qué dijo Guterres en su discurso ante el Consejo de Seguridad? Condenó el ataque de Hamás, pero señaló, como toda persona pensante lo habría hecho, que ese ataque “terrorista” no se puede entender al margen de los 56 años de ocupación de los territorios de Palestina por parte de Israel, y la forma como continúan los desalojos de palestinos de sus viviendas y tierras, utilizando al ejército para construir asentamientos de colonos israelíes en Cisjordania y Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, no ha tomado distancia de las declaraciones del embajador de ese país ante las Naciones Unidas, sino que la validado. En un mensaje en la televisión calificó de “hipócritas” a los países que acusan Israel de crímenes de guerra, señalando que su “Ejército (es el) más moral del mundo”.
Son más de 150 documentos de la Asamblea general de las Naciones Unidas, entre resoluciones y recomendaciones, donde se exhorta al gobierno de Israel a respetar los acuerdos que se tomaron al finalizar la guerra de los 6 días de junio de 1967, donde se ratificaba la necesidad de los dos estados, uno israelí y otro palestino, los límites de ambos estados, lo que nunca acepto Israel, y por el contario se anexo todo Jerusalén, la convirtió en su capital, se expandió a Cisjordania y Gaza y se mantiene ocupando los altos del Golán, que forman parte de Siria.
Ante las ofensivas palabras contra los países que condenan el genocidio en marcha y piden un alto al fuego de inmediato, la única respuesta válida, es romper relaciones de inmediato contra Israel, suspender su pertenencia en las Naciones Unidas y los organismos internacionales. Lo más importante, denunciar a Benjamín Netanyahu ante la Corte Internacional de Justicia por los crímenes de lesa humanidad como la limpieza étnica contra el pueblo palestino y los crímenes contra el derecho humanitario en tiempos de guerra cometidos en el actual conflicto y en los anteriores.
Ya se sancionó con el aislamiento a países por agravios contra el orden mundial
Aislar a Israel puede permitir vivir en un mundo mejor. Se tiene la experiencia de las sanciones contra los gobiernos de Sudáfrica y Zimbabue (antes Rhodesia), donde la minoría blanca impuso leyes para segregar a la población negra, india y mestiza, que no podía acceder a puestos en la administración pública, impedidos de vivir en las ciudades de “blancos” o en barrios de “blancos”. Ante estos crímenes, las Naciones Unidas suspendió su participación en este foro mundial, el Comité Olímpico Internacional retiro su membresía a estos países, lo mismo que todas las federaciones deportivas, y organismos educativos, de comercio, entre otras.
Aisladas completamente, porque hasta Estados Unidos, que había respaldado a Sudáfrica y Rhodesia (hoy Zimbabue), rompió relaciones con ambos países, a la vez que la ex URSS y Cuba suspendían su apoyo a Namibia y Angola, enfrentados en una guerra contra Sudáfrica, en ambos países se eliminó el apartheid, se convocaron a elecciones donde participaron con los mismos derechos todos los ciudadanos, y hoy son países ejemplares por sus decisiones. El más conocido es Sudáfrica, donde Nelson Mandela, condenado a cadena perpetua tuvo que ser liberado y terminó siendo presidente de su país.
Gaza: que no quede “piedra sobre piedra”
La destrucción de Gaza, es el paso siguiente de la limpieza étnica de Palestina. Hasta el momento de escribir esta nota, se da cuenta de más de 9 mil muertos, pero se teme que varios miles estén bajos los escombros de los edificios multifamiliares, algunos de más de diez pisos que han sido bombardeados hasta su total demolición. La cantidad de niños y niñas muertos superan los 4 mil, así como de mujeres, incluso embarazadas.
Dos monjas peruanas que no abandonarán Gaza a pesar de los bombardeos
También hay cientos de muertos no contabilizados bajo los escombros de hospitales, centros de salud, refugios bajo la administración de las Naciones Unidas, iglesias católicas, anglicanas y ortodoxas que abrieron sus puertas como refugios, especialmente de niños y niñas y mujeres.
La orden de Israel para que los pobladores de Gaza abandonen sus casas y se trasladen a pie rumbo al sur con la posibilidad de salir hacia Egipto ha sido calificada como una “marcha de la muerte” porque deben hacerlo bajo los bombardeos incesantes de la artillería y la aviación israelí, envalentonada por el suministro de armas y proyectiles por los Estados Unidos.
Es imposible que dos millones de personas se puedan trasladar a pie, con niños, ancianos, heridos graves. Lo0 que viene en Gaza es la limpi9eza étnica total, que se saldará con miles, sino llegan a millones de palestinos muertos, ante la indiferencia de la sociedad civil en todo el mundo.
Perú ha votado por la paz en las Naciones Unidas.
El gobierno del Perú, que junto con el sur global ha votado por la “tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenible” en la Franja de Gaza, se exige que las partes en conflicto cumplan con el derecho humanitario internacional. Lo principal es que se proporcione a la población de Gaza suministros y servicios esenciales sin obstáculos. Esto ha encolerizado más de Israel, y no toma en cuenta la tragedia humanitaria que significa el ingreso de su ejército a Gaza, donde dos millones de personas no tienen escapatoria.
La cancillería debe responde de manera contundente los insultos de Israel. No se trata del voto del embajador peruano como una decisión personal. El voto del embajador Néstor Popolizio Bardalessino, forma parte de la tradición de la cancillería peruana, que siempre abogó por la paz, lo que le permitió tener diplomáticos de la talla de Víctor Andrés Belaúnde Diez-Canseco, que llegó a ocupar la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas; y de Javier Pérez de Cuéllar, que fue secretario general de las Naciones Unidas, artífice de la Paz en varios lugares del mundo que estaban en guerra.
La guerra puede escalar a un conflicto entre Israel y países musulmanes
De los países musulmanes, destacan en la situación actual, lo señalado por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien no se ha callado ante las declaraciones del embajador de Israel en las Naciones Unidas y menos con el inicio de la invasión a Gaza.
Pero no se ha limitado a señalar a Israel, sino que también se ha dirigido a los países de occidente, indicando si están dispuestos a otra guerra entre “la cruz y la media luna”, que pondría en peligro la paz mundial. Ha responsabilizado a Europa y Estados Unidos como culpables de la masacre que se está produciendo en Gaza.
Con respecto a Israel, ha calificado la invasión a Gaza como un crimen de guerra, ha llamado a Netanyahu “criminal de guerra”, y por estos crímenes Israel, se quedará solo, aunque occidente movilice a sus políticos y medios de comunicación para legitimar el genocidio “la masacre de personas inocentes en Gaza”.
Israel apuesta por la guerra total contra el mundo árabe
La respuesta de Israel, la ha dado Netanyahu, recordando textos de la Torah, y de la historia de Israel en el cercano oriente, remontándose más de tres mil años de antigüedad. En su delirio ha comparado a Hamás con enemigos bíblicos del pueblo judío, y calificó a los soldados israelíes como herederos del legado de los guerreros de hace 3.000 años, con el objetivo de “derrotar al enemigo asesino” y “asegurar la existencia” de los judíos “en su tierra” entregada por su dios.
La mención a este pasado, permite entender la brutalidad y la actitud sanguinaria de los actuales israelíes, especialmente de la derecha israelí, que se denominan así mismos, como el pueblo elegido de dios, y que las iglesias evangélicas, especialmente las creadas en Estados Unidos, durante la guerra fría, y financiadas por la CIA, ante el temor que los “curas” católicos asuman posiciones progresistas, como el evangelio de la liberación.