Mery cuenta con una trayectoria musical de más de 13 años, a escondidas del público. Su timidez logró que no se dedicara a la música por completo. Cuando cursaba los estudios secundarios comenzó a soltarse y desenvolverse dentro de escenarios pequeños, sin imaginarse que aplaudirían su melodiosa voz.
Ella sabía que en Huamanga no podía vivir de la música. Remarca que durante su época no existían espacios culturales, mucho menos, para la música. No había oportunidades. Por lo que necesitaba culminar sus estudios para tener un respaldo económico.
Al terminar la carrera profesional de Ingeniería Agroindustrial en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (Unsch), decidió retomar la música. Era una pasión que aún se mantenía viva.
Es así que, junto a su carrera profesional decidió continuar con la música ayacuchana. Durante su camino asimiló que la música es para valientes. Observó mayores dificultades para una mujer artista que para un varón.
Pese a las dificultades, ella está decidida a sobresalir por sus propios méritos para hacer lo que más le gusta: cantar canciones ayacuchanas.
Ahora, mantiene una línea artística al cual piensa darle prioridad. Espera tener producciones musicales a corto plazo. Además, agradece a “Voces y Cuerdas” y “Tejuelos”, espacios culturales, por permitir a los artistas jóvenes difundir su talento.
