Pável Huaripuma | Pienso, luego existo
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Filosóficamente la virilidad, entendida como capacidad reproductiva, sexual y social pero también como aptitud para el combate y el ejercicio de la violencia.
Los varones guardan este concepto como propio, por representar el sexo macho o fuerte, y por siglos se entendía como el reproductor por excelencia.
Dice Aristóteles que “para hacer grandes cosas es preciso ser tan superior como lo es el hombre a la mujer, el padre a los hijos, y el amo a sus esclavos”, mientras en la contemporaneidad las mujeres asumen un rol de líderes y fuerza, y dentro de ellas la esencia de florecer un nuevo ser.
Casi a mediados del año se lanza la campaña “Vasectomía sin bisturí” para el 2023 a través de la estrategia nacional salud sexual y reproductiva, estimándose realizar alrededor de 1200 vasectomías en todo el Perú, donde se creía que no tendría una acogida, en base al tabú, mitos que guardan los varones, por si no afecta el tamaño ni la forma de los testículos, no afecta la erección del pene, no disminuye el deseo sexual, no modifica las preferencias sexuales ni el género, no cambia el aspecto, forma o tamaño del pene, no causa cáncer, no evita el contagio por infecciones de transmisión sexual; este última más importante, visto que la vasectomía tiene la probabilidad del 99 % de evitar embarazos no deseados, pero no por ello se debe perder el sentido de cuidado de las infecciones de transmisión sexual, como el VIH, la Hepatitis B, Sífilis, entre otros que son muy prevalentes en la población.
La vasectomía sin bisturí es un procedimiento ambulatorio que no requiere hospitalización y se estima una recuperación de 2 a 3 horas. Las complicaciones son muy raras como hematomas o infecciones. Esta intervención no interfiere en su actividad sexual, pues podrá realizarla con normalidad, Los espermatozoides se siguen produciendo en los testículos y se reabsorben en el cuerpo.
La eyaculación de semen seguirá manteniendo su color, textura y cantidad, Se estima un proceso de recuperación postoperatorio, entre 3 y 7 días.
Planificación familiar: Más de 30 varones se someterán a la vasectomía sin bisturí
La falta de conocimiento sobre este método anticonceptivo masculino que corta el suministro de espermatozoides al semen, así como su asociación errónea con la castración, hace que muchos hombres se muestren reacios a someterse a este procedimiento.
En la vasectomía convencional, se hacen dos pequeños cortes en la piel a cada lado del escroto para alcanzar los conductos deferentes que transportan el esperma. Se corta cada conducto y se le quita una pequeña porción. Luego se cierran atándolos, o mediante la aplicación de calor. Los cortes se cosen con hilo, que se disuelve en una semana.
En la vasectomía sin bisturí se hace un pequeño agujero en el escroto para llegar a los conductos deferentes y luego se los cierra de la misma manera que en el método tradicional.
Esta última modalidad no requiere puntos. Se estima que es menos dolorosa y menos proclive a causar complicaciones.