Rudy Anyosa | Visión Global
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La región Ayacucho es una de las pocas regiones que tiene un capital histórico-cultural muy rico que puede servir para buscar su desarrollo.
En esta región se llevan a cabo muchos eventos, especialmente festividades religiosas y costumbristas como parte de nuestra forma de vivir. Dentro de ellos destacan tres actividades de transcendencia nacional que ataren a muchos visitantes, que son los carnavales, la Semana Santa y las celebraciones por la Batalla de Ayacucho, las dos primeras son de carácter festivo-religioso y la tercera de carácter histórico.
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Otras regiones solo tienen un evento que trascienden sus regiones, por ejemplo, Arequipa, su fiesta de fundación; Cajamarca, su carnaval; Cuzco, su Inti Raymi y así sucesivamente. Por ello Ayacucho es una región especial, única, de la que debemos sentirnos muy orgullosos.
Ya que estamos en modo bicentenario, se puede decir que no hay un lugar más importante en América del Sur como la Pampa de Ayacucho, desde el punto de vista histórico, que transcienda sus fronteras como país. Se debe ver la forma de dar a conocer el significado histórico de la Batalla de Ayacucho y que sea un lugar de peregrinaje de todos los peruanos y latinoamericanos.
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Toda persona que llega al Perú, invitada por el Gobierno, debe visitar la Pampa de Ayacucho como parte de su agenda oficial para que conozca el Altar de la Independencia Americana y valore los sacrificios hechos por miles de soldados que consiguieron la liberad de la que disfrutamos hasta ahora.
Tenemos casi todo para poder acelerar el crecimiento y desarrollo económico y sacar de la pobreza a miles de ayacuchanos. ¿Qué nos falta hacer? Desde mi punto de vista, lo que se debe es identificar los principales problemas, ver sus causas y diseñar políticas públicas para resolverlas.
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Asimismo, la priorización es vital para atacar los problemas que nos afectan porque, entre otras cosas, los recursos económicos son escasos. Bajo este enfoque, la construcción de infraestructura que no aporta al aumento de la producción ni productividad no sería una prioridad, por el contrario, genera gastos, como es el caso de la tan mentada construcción de estadios en Ayacucho.
Lamentablemente, las personas que toman decisiones en Ayacucho no entienden ni conocen las necesidades y sufrimientos de los más necesitados. Hay que recordar que cerca del 50 % de los ayacuchanos viven es situación de pobreza, por lo tanto, se debe priorizar proyectos que reduzcan ese porcentaje de pobreza.
Primero lo primero, acelerar el crecimiento económico y la creación del empleo, para ello se puede utilizar el capital histórico-cultural que Ayacucho posee.
