Impresionante. Ezequiel Gómez Quispe, con más de 40 años de trayectoria artística en el mundo de la textilería logró reutilizar la cabuya como fuente para su inspiración para sus tapices.
La historia de don Ezequiel Gómez está profundamente arraigada en el corazón del tejido cultural peruano. Desde muy pequeño ha visto a su padre Manuel Gómez dedicarse al arte textil, tal es así que recibió la denominación como Amauta de la Artesanía Peruana. Él fue su inspiración para que continuara con el legado artístico.
Junto a su esposa, don Ezequiel Gómez estableció un taller donde ha trabajado incansablemente, compartiendo sus conocimientos y perpetuando las técnicas tradicionales.
Su labor no se limita a Ayacucho; ha contribuido en diversos trabajos de investigación relacionados con tejidos de obrajes de Porcón en Cajamarca y telares de cintura en Ferreñafe, Lambayeque, entre otros. Esta labor investigativa ha enriquecido la comprensión y aprecio de la artesanía textil peruana. Asimismo, logró salir a diversos países dando charlas y talleres del arte textil.
Por ello, logró incontables reconocimientos. En 2015, obtuvo el primer puesto en el prestigioso Concurso de Arte Michell, consolidando su estatus como uno de los maestros de la textilería peruana.
La Municipalidad Distrital de Huamanga, en 2016, lo honró con el título de “Gran Maestro Wari” en reconocimiento a su destacado trabajo de investigación sobre técnicas de tejido de la cultura Wari y su contribución a la valoración de sus iconografías, lo que ha contribuido al desarrollo continuo del sector artesanal en la región. Además, en 2019, ganó el concurso “Joaquín López Antay 2019” por su trayectoria sobresaliente en la línea artesanal textil.
Su ultimo reconocimiento data bajo la denominación como Personalidad Meritoria de la Cultura, otorgado por el Ministerio de Cultura.
Tapiz ayacuchano
El tapiz ayacuchano es una expresión artística de gran importancia cultural y simbólica en la región de Ayacucho. Estas coloridas obras textiles reflejan la rica tradición y herencia histórica de los pueblos andinos, transmitiendo sus creencias, costumbres y cosmovisión.
Revalorar el tapiz ayacuchano significa reconocer su valor artístico y cultural, promoviendo su preservación y difusión para las generaciones futuras. Estos tapices son verdaderas obras de arte tejidas a mano, donde cada hilo cuenta una historia y representa la identidad de una comunidad.