Pável Huaripuma | Pienso, luego existo
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De la Variolización a las vacunas de ARN mensajero, pocos podrán entender que hubo una gran evolución de la inmunización artificial que se remonta al 200 a.C. a la actualidad. La variolización consistía en la región de China, en pulverizar la piel de una persona infectada con varicela con síntomas para insuflar (soplando) lo por la vía aérea de una persona, las vías respiratorias de personas sanas lo respiraban con el objetivo de inmunizarlas.
Esta técnica se extendió por el mundo hasta la llegada del descubrimiento de las propias vacunas. De acuerdo al Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), que entrega el prestigioso galardón cada año, Karikó y Weissman reciben el premio nobel en medicina “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas eficaces de ARN mensajero contra el COVID-19”.
Las vacunas que marcaron los hitos de la ciencia y el avance en la salud pública del mundo, empezó en el año 1876, con la vacuna de la viruela, luego de la rabia en 1885, vacuna contra el tétano (1890) y fiebre amarilla (1937), la polio, sarampión, rubeola y paperas (década de 1960), entre otras, finalmente en el 2020 en plena emergencia sanitaria, la vacuna del COVID-19. Para las enfermedades transmitidas por vectores, la más revolucionaria y útil fiebre amarilla, mientras que sigue siendo un problema de salud pública para el mundo tanto la Malaria como el Dengue, y aún más incrementándose a consecuencia del cambio climático y el fenómeno del niño.
El Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE), conjuntamente con la OMS, anunciaron la vacuna R21/Matrix-M es la segunda vacuna contra la malaria recomendada por la OMS, después de la vacuna RTS,S/AS01, que recibió una recomendación de la OMS en 2021. Ambas vacunas han demostrado ser seguras y eficaces para prevenir la malaria en niños. La demanda de vacunas contra la malaria no tiene precedentes; sin embargo, el suministro disponible de RTS,S es limitado. Se espera que la adición de la R21 a la lista de vacunas contra la malaria recomendadas por la OMS dé como resultado un suministro suficiente de vacunas para beneficiar a todos los niños que viven en áreas donde la malaria es un riesgo para la salud pública.
El dengue plantea una importante carga para la salud pública en los países endémicos y está a punto de aumentar aún más tanto en términos de incidencia como de expansión geográfica, debido al cambio climático y la urbanización. La vacuna tetravalente viva atenuada contra el dengue desarrollada por Takeda (TAK-003) ha demostrado eficacia contra los cuatro serotipos del virus, en niños seropositivos al inicio (4-16 años) en países endémicos y contra los serotipos 1 y 2 en niños seronegativos al inicio. Llamada también Qdenga, la vacuna TAK-003 ha sido también recientemente aprobada para su uso en Europa, Reino Unido, Brasil, Argentina, Indonesia y Tailandia, entre otros mercados.