Una sociedad, no de estos últimos años, sino de siempre, es valorada porque permite que las personas manifiesten sin temor, su sexualidad, superando los prejuicios y los dogmas impuestos por criterios religiosos como el pecado, o por creencias seudocientíficas que consideran algunas manifestaciones sexuales como desviaciones o enfermedades mentales.
Estamos hablando de la marcha del Orgullo Gay, que se celebra en casi todos los países del mundo, como una respuesta a la brutal represión que sufrieron los homosexuales el 28 de junio de 1970, en la ciudad de Nueva York.
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La homosexualidad ha sido perseguida, principalmente por las religiones como el judaísmo, y las que se derivan de este, como el cristianismo y el islam. La homosexualidad considerada como una aberración., como el peor pecado, responsable del castigo que le dieron a Sodoma y Gomorra, en el texto del antiguo testamento.
En las sociedades originarias peruanas, las relaciones homosexuales eran toleradas., tal como se demuestra con la existencia de huacos, donde se ve a personas del mismo sexo teniendo relaciones sexuales, sean entre varones o entre mujeres.
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La persecución a la homosexualidad, ha sido una constante en las sociedades cristianas, sean católicas o protestantes evangélicas. Caso de personalidades que fueron perseguidas y murieron en la cárcel, tiene en Oscar Wilde, el mejor novelista de la Inglaterra Victoriana a su víctima más visible y emblemática.
En Ayacucho, en los años del conflicto armado interno, Sendero Luminoso asesinó a varios homosexuales que vivían en esta ciudad. Para ellos, eran una representación de la decadencia de la burguesía. Era producto del dogmatismo cristiano, que ellos lo repetían sin entender que mucho antes del imperialismo de estos años, ya existía la homosexualidad en el mundo.
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El anuncio de esta marcha del orgullo gay en Ayacucho, ha despertado las iras santas de los homofóbicos. En las redes sociales, han destilado no sólo su odio contra esta minoría, con argumentos que demuestran la intolerancia, no sólo religiosa, sino personal, contra lo que consideran un peligro.
“Dios creo nombre y mujer” y se basan en la Biblia; otros repiten frases medicas: son enfermos, deben ser tratados por un siquiatra”; finalmente, se burlan “que vayan a la guerra para ver si son machos”. Para el que escribió esto último en las redes sociales, basta que revise la biografía de Alejandro Magno, y se enterará que fue el más brillante militar de su época y era bisexual.
