Mario Zenitagoya| Otra Mirada
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La crisis de la independencia
Las luchas por la independencia ocasionaron la polarización política entre Huanta, Huamanga y Cangallo. Lejos de enfrentar unido la coyuntura el antiguo espacio ayacuchano se disgregó protagonizando enconadas luchas. Entre éstas destacaron los violentos conflictos al interior de los dos grupos étnicos más representativos de la región: los blancos (criollos y mestizos) y los indígenas.
La dignidad antes que la corrupción y la impunidad | Opinión
En 1780, la rebelión de Túpac Amaru no suscitó apoyo masivo en Ayacucho, al contrario, en Huanta los campesinos fueron movilizados hacia el Cusco para combatir a las tropas tupacamaristas, mientras que el Cabildo de Huamanga decidía apoyar a sus pares del Cusco y rechazar a Túpac Amaru.
Las guerrillas de Cayetano Quiroz
Cuando Carratalá, oficial español se trasladó al sur de Ayacucho, sembró el terror en Lucanas, Parinacochas y Paucar del Sara Sara. De retorno a Huamanga, en vez de hallas un territorio pacificado, nuevamente fue hostilizado por las guerrillas de Quiroz. Cerca de paras, Carratalá enfrentó a la montonera y obtuvo una victoria decisiva porque cayó en combate la esposa del líder montonero. Gravemente desmoralizado, Quiroz buscó las alturas de Lucanas para luego bajar a la costa, donde finalmente fue derrotado y hecho prisionero, habiendo sido fusilado en Ica el 5 de mayo de 1822.
Comercio
El aguardiente, la coca, las telas, las bayetas y la artesanía se comercializaban fuera del departamento de Ayacucho, en diferentes mercados. Así, la coca se vendía en Huancayo y Huancavelica, al norte de Ayacucho, Las telas y bayetas se colocaron primero en Cerro de Pasco. De este, modo, los mestizos o campesinos productores de estos bienes participaban de un dinámico circuito comercial que se entretejía con todos estos lugares.
Vida Social
Según los pocos datos con que se cuenta, los demográficos, en 1876 en el departamento vivían 18,427 “blancos” (el 13% del total de la población). La primera mayoría y por mucho era la gran masa de población campesina indígena. Habitaban en las provincias de Huanta, Huamanga, Cangallo y Andahuaylas, donde también se encontraban las haciendas más importantes del departamento.
Otro grupo de población importante era el de los mestizos, que también se concentraba en el norte del departamento. El historiador Patrick Husson observa que en la provincia de Huamanga se contaba aproximadamente un criollo por indio; en Huanta un criollo y un mestizo por tres indios y en Cangallo un criollo y un mestizo por ocho indios.
Son precisamente los mestizos y campesinos los que se dedican a la generación de ganancia al poseer ganado, producir coca o elaborar tejidos y artesanías. Fueron los primeros, como artesanos y tejedores de los barrios de la ciudad de Ayacucho, que participaron de la producción y comercio regional. Mas nunca llegaron a controlar el poder político (no fueron autoridades como prefectos ni subprefectos) a pesar que contaban con poder económico. Los dos grupos de campesinos más importantes de Ayacucho en los primeros años de la República fueron los de la zona alto andina de Huanta, los mal llamados “iquichanos” y los “morochucos” de Cangallo.