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jueves, 8 junio, 2023
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Moisés Vivanco Allende. La ingratitud del Perú y Huamanga

Ernesto Camassi | Crónica
[email protected]

Los pueblos que no honran y respetan la memoria de sus hijos que la engrandecieron a lo largo de su Historia, son ingratos y desmemoriados.

En el Perú tenemos tantos casos que recordarlos nos tomaría mucho tiempo y espacio. Sin embargo, es imprescindible nombrar a algunos que se constituyen como EMBLEMÁTICOS en toda hagiografía, en ambos bandos: EN LOS OLVIDADOS INJUSTAMENTE; Y EN LOS RECORDADOS, TAMBIÉN INJUSTAMENTE.

En el primer caso, tenemos a nivel nacional, a CAHUIDE, héroe cusqueño de la Primera Etapa de la Invasión Española al Tahuantinsuyo.

En caso segundo, de los recordados y endiosados injustamente, el que se lleva las palmas por mayoría abrumadora es JOSÉ NICOLÁS BALTAZAR FERNÁNDEZ DE PIEROLA Y VILLENA, simplemente Piérola, el golpista dictador, responsable de la derrota del Perú en la Guerra del Salitre.

Este introito, estimados lectores, me sirve para abordar el tema de la ingratitud permanente y casi endémica de los huamanguinos de todos los tiempos, para ensalzar la trayectoria y obras de sus paisanos, que han engrandecido nuestra historia doméstica.

Pareciera que fuera necesario “sembrar” ayayeros o chupamedias antes de marchar al otro mundo para que vayan ensalzando tus acciones en vida y estarles recordando a las autoridades de turno para merecer ese recordaris a que fueron merecedores en vida.

¿Dónde están los monumentos o sus nombres en calles y plazas de Cristóbal de Castilla y Zamora, Basilio Auqui Huaytalla, Osmán del Barco Morote, Telésforo Felices Cabrera, José María Jáuregui, Juan José del Pino, Alfredo Parra Carreño. Manuel Jesús Pozo, Pedro del Pino Fajardo, Manuel E. Bustamante, Alejandro Limaco Tupia, Alberto Juscamaita Gastelú, Tany Medina, Florencio Coronado, Moisés Vivanco Allende, Wenceslao Barzola, Estanislao Medina; y tantos otros escritores, periodistas, héroes, músicos, atletas y sacerdotes que labraron la historia nuestra?

¿Merece que una Urbanización de nuestra ciudad se llame “José Ortiz. Vergara?”. ¿O, la calle donde vivo se llame Jirón Untiveros?

¿Algún funcionario o alcalde del municipio huamanguino aprobó estos nombres; o, ¿sabían de su existencia y quiénes o qué obra hicieron en beneficio de la ciudad, para merecer tal honor?

Por tanto: Tienen mucho pan que rebanar estimados “munícipes”

Esta “Crónica” está dedicado a recordar la memoria de un gran huamanguino, olvidado por casi todos sus “paisas”, sin ayayeros y familia. Pero su obra y contribución al engrandecimiento cultural del Perú y Huamanga, no todos le han olvidado. La gran diva peruana, nacida en Cajamarca. Ima Sumaq, cuyo nombre verdadero fue Emperatriz Chávarry del Castillo. Sin la orientación y composiciones de Moisés y la enseñanza de impostación vocal de su hermano Heraclio, ella, tal vez se hubiera quedado en el anonimato de su existencia en el Callao, lejos de su tierra natal.

MOISÉS SERAFÍN VIVANCO ALLENDE, nació en la calle o barrio de San Blas de Huamanga el 7 de febrero de 1918 y murió en Barcelona España el 20 de septiembre de 1998. Sus padres fueron, don Hipólito J. M. Vivanco Jiménez y doña Virginia Allende Navarro. Fue el 5to. hijo de 7 hermanos.

Su precocidad musical se dio a los 10 años de edad en el Festival Musical Nacional de la Pampa de Amancaes, como solista de charango, que había aprendido de su tío Armando Allende, su maestro y tío, integrando la delegación “Estudiantina Típica Ayacuch”o, premiado con Medalla de Plata.

Su trayectoria artística lo resumo tomando como base el trabajo periodístico de nuestro amigo Huamanguino Roberto Bustamante, radicado en los Estados Unidos de América. Sobre Ima Sumaq, de la historiadora peruana Carmen Mc Evoy y Carreras.

En 1936 formó en Lima “La Lira Ayacuchana” como director y guitarrista que había aprendido de su maestro don Telésforo Felices Cabrera. Ese mismo año, José María Arguedas le dedica un elogioso artículo en la Revista “Palabras”. Años más tarde, denostaría sus composiciones considerándolo de mixtificador y plagiario de la música autóctona peruana.

En 1938 conoció en el Callao a la que más tarde sería su esposa Emperatriz Chávarry en la casa de Alejandro Beoutis. Al año siguiente preparó en Radio Nacional como vocalista de su grupo musical a la cantante Violeta Castro, bautizándola como “Chaska Ñahui”. Lamentablemente, ella enfermó y murió. Después de este lamentable suceso, recién incluye a Ima Sumaq a su grupo musical. Su triunfo mundial empieza ese año.

Especulo. ¿Si Violeta Castro no hubiera muerto, habría sido ella la diva triunfadora y esposa de Moisés? Recordemos que con Emperatriz recién se casaron en plena gira artística en junio de 1942 en Buenos Aires.

Los años 42 al 45 inician sus giras por Latinoamérica con el nombre de “Compañía Peruana de Arte” con Ima Sumaq como artista principal. Ese año, se despide del Perú con el siguiente mensaje: “De mi parte, como hijo de Huamanga, seré portavoz del alma de la raza nacional. Haré conocer la cultura musical de nuestro Perú, con la misma expresión de su sentimiento y de su Historia…”

Esos primeros años, un locutor de Radio Belgrano de Buenos Aires, lanzó esta premonición: “IMA SUMAQ SIN MOISÉS, ES COMO UNA PLANTA SIN AGUA”.

Esas décadas de los 30 y 40 cuando ningún ayacuchano había llegado a la altura y proyección de Moisés Vivanco, haciendo conocer el folklore peruano por todo el mundo. Alguien se ha preguntado, ¿Dónde está el reconocimiento del Perú y de Huamanga para un artista y compositor de su talla y proyección?

¿Alguna calle o plaza lleva su nombre? ¿Alguien solicitó la erección de su monumento en su ciudad natal?

Ni la casa de sus ancestros, de la calle San Blas, lleva una placa recordatoria con su nombre y nuestras autoridades siguen durmiendo el sueño de los justos, o injustos sin cumplir una de sus obligaciones: HONRAR A SUS PROHOMBRES EQUITATIVAMENTE y no solamente a los que tienen ayayeros y llorones que reclaman esos honores.

Todavía estamos a tiempo de corregir estas injusticias y rebautizar calles y plazas con los nombres de quienes merecen esos honores.

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