Aproximadamente un 31 % son creyentes del Cristianismo, de un total de 7,888´000,000 (millones de habitantes del mundo)- Dato, año 2021.
En el Perú, un 75% son cristianos, de aproximadamente 33´000,000 de Hbts.
La religión no se impone por la fuerza ni por la violencia como los TALIBANES en Asia Menor. La religión es una actitud natural de un ser pensante que cree en UN SER SUPERIOR, ordenador del mundo y creador, al mismo tiempo, llamado DIOS.
En el mundo hay varios dioses, como los dioses de los mahometanos, de los budistas, de los sintoístas, etc.
El Ser Supremo de nuestra religión, es el “Padre” de Jesucristo y el DOGMA nos dice que también el hijo es Dios. A Él, al hijo de Dios, lo celebramos y adoramos en Semana Santa.
La religión que practica la mayoría de los peruanos, ya no es “puro”. Ya es producto del SINCRETISMO, que viene a ser, la mezcla o fusión de DOS RELIGIONES.
Concretamente en Huamanga la Semana Santa es producto de este SINCRETISMO, o fusión de las creencias antiguas como la Pacha Mama o el Taki Onjoy, que participa DISFRAZADO sutilmente en los ritos sagrados de la Nueva Religión del poblador andino, blancos, cholos, indios, chino- cholos, sambos; y todos los matices raciales del peruano.
Por eso, la pretensión de prohibir esas prácticas ancestrales como las ferias, la entrada del “carguyoj” de la Pascua de Resurrección, el “Trono watay, el Pascua toro, etc. es romper abruptamente los usos y costumbres ancestrales del huamanguino.
Bueno, nos habíamos quedado el Domingo ende Ramos de otros tiempos. El deseo de reordenar los ritos religiosos de “nuestra Semana”, tiene muchos años. Actualmente se están colando más procesiones. La intención es clara, aspiran convertir la ciudad en un gran monasterio, suprimiendo toda actividad “pagana”. En el intento, también participan las autoridades locales que padecen de “ignorancia supina”.
Miércoles de Encuentro, llamado así la procesión del Patrón de Huamanga Jesús de Nazareth o El Nazareno, le acompañan la Virgen su madre, la Verónica y San Juan. La procesión es una “Puesta en Escena” del Vía Crucis y su crucifixión, considerado por algunos asistentes como una escenificación pueril por su simplicidad o “inocencia” de las escenas cuyo escenario es la Plaza de Armas. Es la Primera Precesión nocturna más importante de la Semana con asistencia y acompañamiento popular.
El toque singular la dan los “Tuturutos”, una pareja de jóvenes vestidos con sayón y cucurucho, uno toca cada cierto tiempo un cornetín de madera y el otro, un tamborcillo, anunciando la marcha de Jesús hacia el Calvario.
El jueves santo no hay procesión. En la Catedral el Arzobispo celebra la Institución de la Eucaristía. Se visita siete templos obligatoriamente para orar y dejar la limosna para Tierra Santa. Antiguamente, estas visitas empezaban en el Oratorio de Orcasitas de la calle Lluchallucha.
El viernes Santo es la segunda Precesión más solemne del Señor del Santo Sepulcro y la Virgen Dolorosa. En otros tiempos fue considerada como una procesión “elitista” porque era la procesión favorita de los caballeros huamanguinos, así como de sus esposas que acompañaban el anda de la Virgen. Todos vestidos rigurosamente de negro en señal de luto.
La Hermandad de Caballeros Cargadores son los encargados de todos los gastos de la Procesión y de cargar la urna de “Jesucristo Yacente”
La Hermandad de Caballeros Cantores de la Semana Santa, son los protagonistas de los cánticos religiosos en español y latín que se canta desde el siglo XIX. El miércoles y Jueves Santo. Esta Hermandad, tiene casi la misma antigüedad de los Caballeros cargadores.
Sábado de Gloria, el cerro Acuchimay albergaba la última Feria de Semana Santa, que había empezado en el sur de Ayacucho, incluido Andahuaylas y Chincheros, antiguas provincias huamanguinas. En esta cadena de ferias se negociaba ganado vacuno y lanar, cerdos, productos agrícolas y artesanales. Los protagonistas de estas ferias fueron los Arrieros de Ccarmencca, desde la primera hasta la última en Acuchimay.
Los fieles al toque de campana de la Catedral, a las 10, a.m. ya podían comer “aycha kanka” porque el ayuno de Semana Santa había terminado; y porque Jesucristo ya había resucitado. La alegría se había restablecido en todas partes, ya se podía beber, cantar bailar, el Pascua toro ya podía recorrer 28 de Julio jalado por los Morochucos. La juventud había colmado la Plaza de Armas. Los Morochucos ya habían bajado de Acuchimay y se habían “apropiado” de la Plaza hasta el día siguiente.
El carguyoj de la Pascua junto con sus invitados ya habían trasladado los cirios y velas para amarrar el “Trono Watay”, al compás de una banda de músicos. También la alegría se había instalado en el atrio de la Basílica y al compás de la banda bebían y bailaban esperando la culminación del trono huatay. La víspera del domingo, ya se había desatado el jolgorio en toda la Plaza. Bandas de músicos instalados en las cuatro esquinas, amenizaban la fiesta, el pueblo esperaba la madrugada bebiendo y bailando hasta la salida del Trono del Señor de Pascua de Resurrección.
La culminación de la Semana Santa es la salida triunfal de Cristo Resucitado, cargado por aproximadamente 250 a 300 espontáneos. Antes de esta procesión, los colaboradores del carguyoj o mayordomo ya habían instalado en torno a la Plaza, los castillos gigantescos de fuegos artificiales, pilas de retamas para quemarlas y amainar el frío de la madrugada. Todos esperan ansiosos la aparición del gigantesco trono piramidal, resplandeciente de luces y fervor religioso. El anda recorre el perímetro de la Plaza de armas y culmina el acto religioso con una misa en el atrio. La última ceremonia es la oficialización del siguiente “carguyoj” que se encargará de conducir la fiesta el próximo año.
Concluimos con una anécdota de otros tiempos que, probablemente se produjo en la Plaza de Armas, hace mucho tiempo:
1er. personaje: ¡Buenas noches “tiay”!, repite el saludo, porque la señora se hace la que no escucha. ¡rimaykullaiki tiay Cili”.
2do. personaj: Fastidiada y molesta responde: ¡yaikumuyñayá llunkuy mier…coles.
1rer P. Gracias tiay. Amigoykunawanmi jamuni.
2do. P. Ponchechata tomachaykuy Huguito, ¿tragochayujtachu?
1er. P.: si tiay, ¡sin punche!
AUTOR: “Penca Uma”.