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sábado, 3 junio, 2023
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El parque de Fabulinka 220

escuelas para celebrar días cercanos con actividades referentes a eso. Es el libro, un ser mágico para derrotar a una bruja odiosa que está en gran parte de nuestra nación: Doña Corrupción. Es el libro, un Oso poderoso que aplastará poco a poco a Doña Ignorancia, a Doña Tristeza y al gigante, opa y grandulón: Don Aburrimiento. Por eso, invoco a los padres dar libros divertidos a los niños. Y también, ¡atención, docentes! He aquí un texto para trabajar en el aula:

HISTORIA DE SEMANA SANTA
(Con interrupciones de Markus)

Hijo, siéntate que voy a contarte
la historia de semana santa…
– Ya papá, estoy sentadito.
¡Vamos, cuenta, cuenta!
Domingo de ramos, es cuando Jesús llegó
en un burrito y la gente, alegremente, lo recibió…
– Yo le hubiera prestado mi auto de carrera
hubiera llegado más rápido, ¿por qué no me pidió?
Después, un jueves antes de cenar
Jesús, los pies de sus amigos, se puso a lavar…
– ¿Quéee?, yo ni las patas del “Cerebrito” quiero limpiar!
¿Por qué hizo eso, acaso estaban enfermitos?
No hijo, para demostrar que por más jefe que uno pueda ser
hay que hacer actos humildes, que no es común hacer.
Ya en la cena, Jesús partió un pan
y bebió vino, con sus amigos…
– ¿Quéee? ¿Un solo pan? ¿No tenía para más?
Es que en ese tiempo, los panes eran grandes…
– Pasuu… ese pan, debe haber sido grandototote
Jesús, preocupado salió al huerto,
sus amigos se quedaron dormidos, en el acto.
– Ah, eso pasó, porque comieron mucho
y tomaron vino; eso da sueño rapidito, rapidito.
No sé bien en qué momento, con un besito,
Jesús es traicionado por Judas Iscariote…
– A ese señor yo le hubiera dado
un puñete en el cogote.
No, hijo, acuérdate que Jesús dijo:
“Ama también a tus enemigos”
– Uy, si es así, perdono a este señor Iscariote,
humm… pero sí le puedo decir: ¿Monigote?
De pronto, de la oscuridad aparecieron soldados
se llevaron a Jesús, como a delincuente desalmado…
– Menos mal que no estaba allí, ¡ja!
porque a gritos y gritos, los hubiera botado.
No hubieras podido, Pedro trató de defenderlo
pero nada pudo hacer… Al rato, lo dejaron solo…
– ¿Cóomoo? ¿A Jesús, lo abandonaron?…
Mejor lo hubieran acompañado los Super-amigos:
El Hombre Araña, Superman o Hulk que es más poderoso.
Luego, los jueces lo interrogaron y con él se amargaron
y al no hallarle ningún mal, se lavó las manos un tal Pilatos…
– Yo le hubiera gritado fuerte: ¡Hey, Pilatos,
mejor anda a tu casa, a lavar los platos!
Él preguntó: ¿A quién dejo libre?, ¿A Barrabas o a Jesús?…
– Yo hubiera llamado a mis amigos de mi escuela:
a Víctor, Alex, Adrián, Jefferson y Eduardo
y a las niñas también, porque son gritonas,
y hubiéramos respondido: ¡A JESÚÚÚSSS…!
los malos se hubieran caído… ¡patas arriba!
Una mujer, afirmó: ¡Aja, este señor, con Jesús se le vio!,
Pedro, por temor, dijo: “Ejemm… a Jesús no lo conozco!
– ¿Qué?… Esa señora era chismosa,
como nuestra vecina Rosa, ¿no papá?…
Cuando después, Jesús, cargaba una cruz,
muy pesadota, que pesaba como piedrota…
– Yo tomo maca con leche y soy fuerte,
con Alex, que es como Sansón, le hubiéramos ayudado.
Tres veces cayó Jesús en la calle
porque estaba débil, con sed y cansado…
– Yo, de mi mochila hubiera sacado,
un pan con camote y le hubiera invitado.
Pero hubo un hombre que lo ayudó,
era un campesino llamado Simón…
– Bravooo, este señor merece toda mi atención,
el presidente seguro lo habrá premiado, ¿no papá?
Sí, claro que sí, mi querido lorito preguntón.
Jesús, cargando su cruz, llegó a la montaña
y los soldados, le quitaron su ropa…
– ¿Qué? ¿Eran pobres esos soldados?
¿Qué les costaba comprar ropa en el mercado?
Ya en la cruz, mirando a los que lo insultaban y se burlaban,
dijo: “Les perdono, porque no saben lo que hacen”.
– O sea, ¿eran bebitos esos soldaditos?
¿No sabían lo que hacían? Humm…
“Todo está consumado”, dijo Jesús y murió,
su mamá y sus amigos lo bajaron de la cruz…
– Papá, creo que voy a llorar…
Pero hijo, esta historia aún no ha terminado
reacciona, levanta la cabeza, alista tus oídos:
¡JESÚS RESUCITÓ AL TERCER DÍA! ¿Cómo la vez?
– ¿Qué?, ¿así fue? ¿En verdad papá?
¿Resucitó Jesús?… ¿Volvió a vivir?
Así es. Y cuando Jesús, fue a ver a sus amigos
que seguían en un mar de pena, les dijo:
¡Oigan, no les dije que iba a volver!,
¿Necesitan anteojos? ¿No me pueden ver?…
– Papá, yo al verlo, saltaría como sapo
esta noticia es especial, sensacional;
tengo que avisarle a mi profesora Anita
que de esto de repente… ¡no sabe nadita!

*Extraído del libro inédito LAS OCURRENCIAS DE MARKUS.
*Mis libros en Jr. Asamblea 256. O Solicite mi Catalogo de libros, a Ediciones Fabulinka.

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